TAPAS PARA EMPANADA

Introducción:

Las empanadas son un plato clásico y versátil disfrutado en muchas culturas alrededor del mundo. Esta receta se centra en la creación de la base perfecta: las tapas, o discos de masa, que luego se rellenan con una variedad infinita de ingredientes. Preparar tapas para empanada caseras eleva el sabor y la textura de este plato a un nivel completamente nuevo.

Hacer tus propias tapas desde cero te permite controlar la calidad de los ingredientes. Puedes evitar conservantes y aditivos, obteniendo un producto final más fresco y saludable. Además, el proceso en sí mismo puede ser terapéutico y gratificante.

La satisfacción de crear algo delicioso con tus propias manos es incomparable. Aunque puede parecer un paso adicional, te aseguro que el resultado final, unas empanadas con una masa crujiente y sabrosa, vale completamente la pena el esfuerzo. Anímate a probar esta receta y descubre la diferencia.

Por qué te encantará esta receta:

Esta receta de tapas para empanada es increíblemente sencilla, incluso para panaderos principiantes. Utiliza ingredientes básicos que probablemente ya tengas en tu despensa. El resultado es una masa versátil y adaptable a cualquier tipo de relleno.

La textura de estas tapas es perfecta: lo suficientemente resistente para contener el relleno sin romperse, pero también delicada y hojaldrada al hornearse. El equilibrio entre la manteca (o mantequilla) y la harina crea esa textura inconfundible que se deshace en la boca. Olvídate de las tapas compradas en la tienda.

Además de su simplicidad y delicioso sabor, esta receta es una excelente base para la creatividad culinaria. Puedes experimentar con diferentes tipos de harina (integral, por ejemplo), agregar hierbas o especias a la masa, o incluso usar diferentes tipos de grasa para variar el sabor. Las posibilidades son infinitas.

INGREDIENTES QUE NECESITARÁS:

Para esta receta, necesitarás ingredientes simples y fáciles de encontrar. La base de las tapas es la harina de trigo, que proporciona la estructura. Asegúrate de usar una harina de buena calidad para obtener los mejores resultados.

La grasa, en este caso manteca o mantequilla, es crucial para la textura hojaldrada y el sabor. Si usas mantequilla, asegúrate de que esté a temperatura ambiente para que se incorpore fácilmente a la harina. Evita usar margarina, ya que el resultado no será el mismo.

Además de la harina y la grasa, necesitarás agua tibia y sal. El agua tibia ayuda a activar el gluten en la harina, creando una masa elástica. La sal realza el sabor de la masa y es esencial para un buen resultado final. Opcionalmente se utiliza un huevo, es solo para pincelar.

• 500 g de harina de trigo.
• 100 g de manteca o mantequilla (a temperatura ambiente). La manteca o la mantequilla aportarán un sabor y una textura inigualables.
• 1 cucharadita de sal. La sal es fundamental para realzar los sabores.
• 200 ml de agua tibia. La temperatura del agua es importante para la correcta integración de los ingredientes.
• 1 huevo (opcional, para pincelar). Esto dará un brillo dorado a las tapas al hornearlas.

CÓMO HACER “Tapas para Empanada”:

El proceso para hacer tapas para empanada es un viaje culinario que comienza con la simple mezcla de harina y grasa. Este proceso, aunque sencillo, requiere atención al detalle para lograr la textura deseada. El amasado y el reposo son cruciales.

El secreto de una buena tapa reside en la correcta proporción de los ingredientes y en la técnica de amasado. No te apresures; tómate tu tiempo para trabajar la masa hasta que esté suave y elástica. El resultado final valdrá la pena.

Una vez que la masa esté lista, el proceso de estirado y corte es igualmente importante. Asegúrate de estirar la masa de manera uniforme para que todas las tapas tengan el mismo grosor. Esto garantizará una cocción uniforme.

INSTRUCCIONES PASO A PASO:

1. Preparación de los ingredientes secos: En un bol grande, tamiza los 500 gramos de harina de trigo. Tamizar ayuda a airear la harina y a eliminar cualquier grumo, lo que resultará en una masa más suave. Añade la cucharadita de sal a la harina tamizada y mezcla bien para distribuirla uniformemente.

2. Incorporación de la grasa: Agrega los 100 gramos de manteca o mantequilla (a temperatura ambiente) a la harina y la sal. Con las yemas de los dedos, comienza a desmenuzar la grasa y mezclarla con la harina. Continúa trabajando la mezcla hasta obtener una textura arenosa, similar a migas de pan gruesas. Este paso es crucial para la textura hojaldrada final.

3. Agregado del agua: Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina y grasa. Vierte lentamente el agua tibia (aproximadamente 200 ml) en el hueco. Comienza a integrar los ingredientes desde el centro hacia afuera, usando una cuchara de madera o tus manos.

4. Amasado: A medida que los ingredientes se van integrando, comienza a amasar la mezcla con las manos. Amasa sobre una superficie ligeramente enharinada durante unos 5-10 minutos, o hasta que obtengas una masa suave, elástica y que no se pegue a las manos. Si la masa está demasiado seca, agrega un poco más de agua (una cucharada a la vez). Si está demasiado húmeda, agrega un poco más de harina.

5. Reposo: Forma una bola con la masa. Envuelve la bola en un paño de cocina limpio y húmedo, o en film transparente. Deja reposar la masa a temperatura ambiente durante al menos 30 minutos. Este reposo permite que el gluten se relaje, lo que facilita el estirado posterior y evita que la masa se encoja al hornearla.

6. Estirado y corte: Espolvorea ligeramente una superficie de trabajo limpia con harina. Divide la masa en 2 o 3 porciones más pequeñas para facilitar el manejo. Con un rodillo, estira cada porción de masa hasta obtener un grosor de aproximadamente 2-3 mm.

7. Corte de las tapas: Utiliza un cortador de galletas redondo, un vaso o un cuchillo afilado para cortar círculos de masa. El tamaño tradicional de las tapas para empanada es de unos 10-12 cm de diámetro, pero puedes ajustarlo según tus preferencias.

8. Pincelar (opcional): Si deseas un acabado dorado y brillante, bate ligeramente un huevo. Con una brocha de cocina, pincela suavemente la superficie de las tapas con el huevo batido. Esto es opcional, pero le da un toque profesional.

9. Uso o almacenamiento: Las tapas están listas para ser utilizadas inmediatamente. Si no las vas a usar de inmediato, apila las tapas separándolas con papel de horno (encerado) para evitar que se peguen. Puedes refrigerarlas por hasta 2 días o congelarlas por hasta 3 meses.

CONSEJOS ÚTILES:

Asegúrate de que la manteca o mantequilla esté a temperatura ambiente. Esto facilitará su integración con la harina y creará una textura más homogénea en la masa. No uses grasa fría.

No amases en exceso la masa. Amasar demasiado desarrollará el gluten en exceso, lo que resultará en tapas duras en lugar de hojaldradas. Amasa solo hasta que la masa esté suave y elástica.

Si la masa se encoge al estirarla, déjala reposar unos minutos más. Esto permitirá que el gluten se relaje y facilitará el estirado. Cubre la masa mientras reposa para evitar que se seque.

Para un corte más limpio de las tapas, puedes enfriar la masa estirada en el refrigerador durante unos 15 minutos antes de cortarla. Esto ayudará a que la masa mantenga su forma. Utiliza un cortador afilado.

Si no tienes un cortador redondo, puedes usar un cuchillo afilado para cortar los círculos. También puedes usar la tapa de un frasco o cualquier otro objeto circular del tamaño adecuado. Sé creativo. Usa el tipo de harina recomendada.

DETALLES:

Tiempo de preparación: El tiempo de preparación inicial, que incluye el tamizado de la harina, la incorporación de la grasa y el amasado, es de aproximadamente 20 minutos. Este tiempo puede variar ligeramente dependiendo de tu habilidad.

Tiempo de reposo: El tiempo de reposo de la masa es crucial y debe ser de al menos 30 minutos. Este tiempo permite que el gluten se relaje, facilitando el estirado y mejorando la textura final.

Tiempo de estirado y corte: El tiempo para estirar y cortar la masa dependerá de la cantidad de tapas que estés haciendo y de tu experiencia. Estima unos 15-20 minutos para esta etapa.

• Tiempo de preparación: 20 minutos.
• Tiempo de reposo: 30 minutos.
• Tiempo de estirado y corte: 15 minutos
• Tiempo total: 65 minutos.
• Rendimiento: Aproximadamente 12-15 tapas (dependiendo del tamaño).
• Categoría: Masa / Aperitivo / Plato principal.
• Método: Amasado / Horneado (si se hornean las tapas solas).
• Cocina: Argentina / Latinoamericana / Internacional.
• Dieta: Esta receta es apta para vegetarianos. Se puede adaptar para otras dietas modificando el tipo de grasa utilizada (por ejemplo, usando aceite de coco sólido en lugar de manteca para una opción vegana, pero el sabor y la textura cambiarán).

NOTAS:

Si no vas a utilizar todas las tapas inmediatamente, es importante almacenarlas correctamente para mantener su frescura y evitar que se peguen. La mejor manera de hacerlo es apilarlas separadas con papel de horno.

Para refrigerar, coloca las tapas apiladas en un recipiente hermético o envuélvelas bien en film transparente. Se conservarán en buen estado durante 2 días.

Para congelar, coloca las tapas apiladas (siempre separadas con papel de horno) en una bandeja para hornear y congélalas durante aproximadamente una hora, o hasta que estén firmes. Luego, transfiérelas a una bolsa para congelador o a un recipiente hermético. Se pueden congelar hasta por 3 meses.

Al descongelar las tapas congeladas, déjalas en el refrigerador durante varias horas o toda la noche. No intentes descongelarlas a temperatura ambiente, ya que podrían humedecerse y pegarse. Una vez descongeladas utilízalas como si fueran frescas.

PREGUNTAS FRECUENTES:

¿Puedo usar otro tipo de harina? Sí, puedes experimentar con otros tipos de harina, como harina integral o una mezcla de harinas. Sin embargo, ten en cuenta que la textura y el tiempo de cocción pueden variar. Es posible que necesites ajustar la cantidad de agua.

¿Puedo usar aceite en lugar de manteca o mantequilla? Sí, puedes usar aceite vegetal, de oliva o de coco (sólido a temperatura ambiente). Sin embargo, el sabor y la textura de las tapas serán diferentes. La manteca o la mantequilla proporcionan un sabor más rico y una textura más hojaldrada.

¿Por qué mi masa se encoge al estirarla? Esto suele ocurrir cuando el gluten está demasiado desarrollado o no ha tenido suficiente tiempo para reposar. Asegúrate de no amasar en exceso y deja reposar la masa el tiempo recomendado.

¿Puedo hacer las tapas más grandes o más pequeñas? Sí, puedes ajustar el tamaño de las tapas según tus preferencias. Solo ten en cuenta que el tiempo de cocción puede variar si las haces significativamente más grandes o más pequeñas.

¿Mis empanadas se abren al hornearlas? Asegúrate de sellar bien los bordes de las empanadas antes de hornearlas. Puedes usar un tenedor para presionar los bordes o hacer un repulgue (doblez decorativo). También es importante no sobrecargar las empanadas con relleno.

INSTRUCCIONES DE ALMACENAMIENTO:

Refrigeración: Como se mencionó en las notas, las tapas se pueden refrigerar por hasta 2 días. Asegúrate de apilarlas separadas con papel de horno y guardarlas en un recipiente hermético o envueltas en film transparente. Esto evitará que se sequen y se peguen.

Congelación: Para un almacenamiento más prolongado, la congelación es la mejor opción. Sigue los pasos descritos en la sección de “Notas” para congelar las tapas correctamente. Una congelación adecuada preservará la calidad de la masa.

Descongelación: Siempre descongela las tapas en el refrigerador. Evita descongelarlas a temperatura ambiente para prevenir la condensación excesiva, que puede afectar la textura de la masa. La paciencia es clave para obtener los mejores resultados.

Al descongelar, manipula las tapas con cuidado, ya que pueden ser un poco más frágiles que las frescas. Si se pegan ligeramente, puedes espolvorear un poco de harina entre ellas. Pero con el papel de horno, no deberia de ocurrir.

Recetas relacionadas

Si te gustó esta receta, seguramente disfrutarás de estas otras delicias que pueden usar masa similar, o que son parecidas en concepto:

Empanadas de carne (con jamón de pavo): Utiliza estas tapas para hacer empanadas rellenas de un guiso sabroso de carne de res (o cordero), cebolla, pimiento, huevo duro y especias. Sustituye el jamón tradicional por jamón de pavo para una opción más ligera.

Empanadas de pollo: Una alternativa deliciosa a las empanadas de carne. Rellena las tapas con pollo desmenuzado, cebolla, pimiento, aceitunas y especias.

Empanadas de humita: Una opción vegetariana popular en Argentina. Estas empanadas se rellenan con una cremosa mezcla de choclo (maíz tierno), cebolla, queso y especias.

Empanadas de queso y cebolla: Una combinación clásica y sencilla. Simplemente rellena las tapas con una mezcla de queso (que se derrita bien), cebolla caramelizada y especias.

Tartas individuales: La misma masa de las tapas puede utilizarse para hacer pequeñas tartas saladas. Simplemente estira la masa un poco más fina y úsala para forrar moldes individuales para tartas. Rellena con tus ingredientes favoritos, como verduras, queso y huevo.

CONCLUSIÓN:

Preparar tapas para empanada caseras es un proceso sencillo y gratificante que eleva significativamente la calidad de tus empanadas. Con ingredientes básicos y un poco de paciencia, puedes crear una masa deliciosa y versátil.

No te desanimes si tus primeras tapas no son perfectas. La práctica hace al maestro, y con cada intento, mejorarás tu técnica y obtendrás resultados más consistentes. El proceso es parte del disfrute.

Anímate a experimentar con diferentes rellenos y a crear tus propias versiones de este clásico plato. Desde las tradicionales empanadas de carne hasta opciones vegetarianas y dulces, las posibilidades son infinitas. ¡Disfruta del proceso!

Recuerda que la clave para unas tapas perfectas está en la calidad de los ingredientes, el correcto amasado y reposo, y el estirado uniforme. Sigue estos consejos y pronto estarás disfrutando de empanadas caseras deliciosas.

Finalmente, comparte tus creaciones con amigos y familiares. No hay nada como el placer de compartir comida casera hecha con amor y dedicación. ¡Buen provecho!