Introducción:
Las rosquillas de leche son un dulce tradicional, especialmente popular en muchas regiones de España y Latinoamérica. Su textura suave y esponjosa, junto con su delicado sabor, las convierten en un bocado irresistible. Son perfectas para el desayuno, la merienda o como postre.
Esta receta es fácil de seguir, con ingredientes sencillos y pasos claros. Aunque requiere un poco de tiempo para el reposo de la masa y la fritura, el resultado vale la pena. Obtendrás unas rosquillas caseras deliciosas y aromáticas.
Además de ser deliciosas, las rosquillas de leche son una forma divertida de pasar tiempo en la cocina, especialmente si involucras a los niños en el proceso de formación de las rosquillas.
Por qué te encantará esta receta:
Estas rosquillas de leche tienen un sabor casero y auténtico que te recordará a las rosquillas de la abuela. No hay nada como el sabor de unas rosquillas recién hechas.
La textura es suave y esponjosa por dentro, con un ligero toque crujiente por fuera gracias a la fritura. Se deshacen en la boca. Son perfectas para mojar en leche, café o chocolate caliente.
Es una receta muy versátil. Puedes adaptar los ingredientes a tus gustos, añadiendo otros aromas como canela, vainilla o ralladura de naranja. También puedes variar la cobertura.
La preparación es relativamente sencilla, aunque requiere un poco de paciencia para el reposo de la masa y la fritura. Con ingredientes básicos y pasos fáciles de seguir, obtendrás unas rosquillas perfectas.
Finalmente, es un dulce que suele gustar a todos. Tanto niños como adultos disfrutarán de estas deliciosas rosquillas. Son perfectas para compartir en familia o con amigos.
INGREDIENTES QUE NECESITARÁS:
Para preparar estas deliciosas rosquillas de leche, necesitarás ingredientes básicos de repostería. La calidad de los ingredientes, especialmente la harina y los huevos, influirá en el resultado final.
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Harina de trigo (para todo uso): La harina es la base de las rosquillas, aportando estructura. Utiliza harina de trigo común para obtener mejores resultados. 500 gramos.
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Leche entera: La leche aporta humedad y suavidad a las rosquillas. Puedes usar leche entera, semidesnatada o incluso leche vegetal. 200 ml.
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Azúcar granulada: El azúcar aporta dulzura y ayuda a crear una textura tierna. Puedes usar azúcar blanca o morena, según tu preferencia. 100 gramos, más extra para espolvorear.
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Huevos: Los huevos aportan estructura, humedad y riqueza a las rosquillas. Utiliza huevos grandes y a temperatura ambiente para obtener mejores resultados. 2 unidades.
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Aceite de oliva suave (o aceite de girasol): El aceite aporta suavidad y humedad a la masa. El aceite de oliva suave aportará un ligero sabor, mientras que el aceite de girasol es una opción más neutra. También se usará aceite para freír. 100 ml para la masa, y cantidad suficiente para freír.
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Anís en grano (opcional): El anís aporta un sabor tradicional y aromático a las rosquillas. Puedes usar anís en grano o anís en polvo. 1 cucharada. Si no te gusta, puedes omitirlo.
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Levadura química (polvo para hornear): La levadura química es el agente leudante, que hace que las rosquillas suban y queden esponjosas. 1 sobre (aproximadamente 16 gramos).
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Ralladura de limón o naranja (opcional): La ralladura de limón o naranja aporta un toque cítrico y aromático a las rosquillas. Utiliza solo la parte coloreada de la piel, evitando la parte blanca, que es amarga. Ralladura de 1 limón o 1 naranja.
CÓMO HACER “Rosquillas de Leche”:
El proceso de elaboración de estas rosquillas de leche consta de varios pasos: mezclar los ingredientes, dejar reposar la masa, formar las rosquillas, freírlas y espolvorearlas con azúcar. Cada paso es importante para obtener un buen resultado.
La clave para unas rosquillas esponjosas es no trabajar demasiado la masa. Mezcla solo hasta que los ingredientes estén combinados.
La fritura a temperatura adecuada es crucial para obtener unas rosquillas doradas y crujientes por fuera, y tiernas por dentro.
INSTRUCCIONES PASO A PASO:
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Mezclar los ingredientes líquidos: En un bol grande, bate los huevos junto con el azúcar. Utiliza una batidora de varillas o un batidor manual.
Bate hasta obtener una mezcla espumosa y de color pálido.
Añade la leche, el aceite de oliva (o girasol), el anís (si lo usas) y la ralladura de limón o naranja (si la usas). Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén integrados.
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Incorporar los ingredientes secos: En un bol aparte, tamiza la harina junto con la levadura química.
Añade los ingredientes secos tamizados a la mezcla líquida poco a poco, en dos o tres tandas.
Mezcla con una cuchara de madera, una espátula o con las manos, hasta obtener una masa suave y algo pegajosa, pero manejable. No amases en exceso.
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Reposar la masa: Cubre el bol con un paño de cocina limpio y seco.
Deja reposar la masa a temperatura ambiente durante unos 20-30 minutos. Esto permitirá que la harina se hidrate y que la levadura comience a actuar.
La masa puede estar un poco pegajosa, es normal.
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Formar las rosquillas: Espolvorea un poco de harina sobre una superficie de trabajo limpia y seca.
Toma pequeñas porciones de masa (aproximadamente del tamaño de una nuez) y forma bolitas.
Con los dedos, haz un agujero en el centro de cada bolita y estira suavemente la masa para formar las rosquillas.
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Freír las rosquillas: Calienta abundante aceite en una sartén profunda o en una freidora a fuego medio-alto.
La temperatura ideal del aceite es de 170-180°C (340-350°F). Si no tienes un termómetro de cocina, puedes probar la temperatura del aceite echando un trocito de masa. Si la masa sube a la superficie y se dora rápidamente, el aceite está listo.
Fríe las rosquillas en tandas, sin amontonarlas, durante unos 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas.
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Escurrir y espolvorear: Retira las rosquillas del aceite con una espumadera o unas pinzas.
Colócalas sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
Mientras aún estén calientes, pásalas por azúcar granulada para que se adhiera bien.
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Enfriar y servir: Deja que las rosquillas se enfríen ligeramente antes de servirlas.
Puedes disfrutarlas tibias o a temperatura ambiente.
Son perfectas para acompañar con un café, un vaso de leche o un chocolate caliente.
CONSEJOS ÚTILES:
Si no tienes anís, puedes omitirlo o sustituirlo por otro aroma, como vainilla, canela o cardamomo.
Para un sabor más intenso a limón o naranja, puedes añadir un poco de jugo de limón o naranja a la masa, además de la ralladura.
Si la masa está demasiado pegajosa, puedes añadir un poco más de harina, una cucharada a la vez, hasta que sea manejable.
No frías las rosquillas a una temperatura demasiado alta, ya que se quemarán por fuera y quedarán crudas por dentro.
Si no tienes una freidora, puedes usar una sartén profunda con suficiente aceite para cubrir las rosquillas.
Para que las rosquillas queden más esponjosas, puedes dejarlas levar por segunda vez después de formarlas, durante unos 15-20 minutos, antes de freírlas.
Puedes decorar las rosquillas con otros ingredientes además de azúcar, como canela molida, chocolate derretido o glaseado.
Si te sobran rosquillas, puedes guardarlas en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante 2-3 días.
DETALLES:
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Tiempo de preparación: 20 minutos (más 20-30 minutos de reposo).
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Tiempo de cocción: 2-3 minutos por rosquilla (en tandas).
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Tiempo total: 45-55 minutos (aproximadamente).
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Rendimiento: Aproximadamente 20-25 rosquillas (dependiendo del tamaño).
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Categoría: Postre, Merienda, Desayuno.
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Método: Fritura.
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Cocina: Española, Mediterránea.
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Dieta: Vegetariana.
NOTAS:
Es importante no trabajar demasiado la masa, ya que esto podría desarrollar el gluten y hacer que las rosquillas queden duras.
La temperatura del aceite es crucial para obtener unas rosquillas doradas y crujientes por fuera, y tiernas por dentro.
Si no vas a consumir las rosquillas inmediatamente, guárdalas en un recipiente hermético a temperatura ambiente.
Esta receta es una base excelente para experimentar. No dudes en añadir otros ingredientes que te gusten.
PREGUNTAS FRECUENTES:
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¿Puedo usar harina integral en lugar de harina de trigo común? Sí, puedes usar harina integral, pero las rosquillas quedarán un poco más densas y tendrán un sabor ligeramente diferente.
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¿Puedo usar otro tipo de leche? Sí, puedes usar leche desnatada, semidesnatada, leche sin lactosa, o leche vegetal (como leche de almendras, leche de soja o leche de avena).
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¿Puedo hornear las rosquillas en lugar de freírlas? Sí, puedes hornearlas a 180°C (350°F) durante unos 15-20 minutos, o hasta que estén doradas. Sin embargo, la textura no será la misma que la de las rosquillas fritas.
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¿Qué hago si la masa está demasiado pegajosa? Añade un poco más de harina, una cucharada a la vez, hasta que la masa sea manejable.
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¿Puedo hacer las rosquillas sin gluten? Sí, usando una mezcla de harinas sin gluten y levadura sin gluten.
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¿Se pueden congelar? Sí, una vez frías, envueltas individualmente en film transparente.
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¿Cómo se recalientan? En el horno o en el microondas, unos segundos.
INSTRUCCIONES DE ALMACENAMIENTO:
Temperatura ambiente: Guarda las rosquillas de leche en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Se conservarán bien durante 2-3 días.
Refrigeración: No es necesario refrigerar las rosquillas, a menos que vivas en un clima muy cálido y húmedo. Si las refrigeras, guárdalas en un recipiente hermético para evitar que se sequen.
Congelación: Para congelar las rosquillas, déjalas enfriar completamente. Luego, envuélvelas individualmente en film transparente y colócalas en una bolsa de congelación o en un recipiente hermético.
Se conservarán bien en el congelador hasta por 2 meses. Para descongelarlas, déjalas a temperatura ambiente durante varias horas o caliéntalas ligeramente en el horno o en el microondas.
RECETAS RELACIONADAS
Si te han gustado estas rosquillas de leche, te sugiero probar estas otras recetas de dulces tradicionales:
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Churros: Otro clásico de la repostería española, perfecto para mojar en chocolate caliente.
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Buñuelos de viento: Bolitas de masa frita, esponjosas y ligeras, espolvoreadas con azúcar.
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Pestiños: Dulces fritos típicos de Andalucía, aromatizados con anís y miel.
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Torrijas: Rebanadas de pan empapadas en leche y huevo, fritas y espolvoreadas con azúcar y canela.
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Leche frita: Un postre cremoso y delicioso, con una costra crujiente.
Estas recetas, junto con las rosquillas de leche, te ofrecen una variedad de opciones para disfrutar de los dulces tradicionales de la cocina española y de otras culturas. Son recetas que evocan recuerdos.
Todas son relativamente fáciles, y los resultados son deliciosos.
CONCLUSIÓN
Las rosquillas de leche son un dulce tradicional, delicioso y fácil de preparar. Son perfectas para cualquier ocasión y una forma fantástica de disfrutar de un bocado casero y reconfortante.
Con esta receta detallada y los consejos útiles, podrás preparar unas rosquillas de leche perfectas en casa. Anímate a probarlas y a experimentar con diferentes aromas y coberturas.
Esperamos que disfrutes de esta receta tanto como nosotros. ¡Buen provecho! No dudes en compartir tus resultados y tus propias variaciones. La cocina es un espacio para la creatividad y la diversión, y estas rosquillas son una excelente manera de expresarla.
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