Introducción:
La pizza en sartén es una alternativa fantástica a la pizza horneada tradicional. Permite obtener una base crujiente y un interior suave, todo sin necesidad de un horno especial para pizza. Esta receta te guiará a través de un proceso sencillo y adaptable a tus gustos.
Esta receta es ideal para aquellos que no tienen acceso a un horno convencional o que simplemente buscan una forma más rápida y fácil de preparar pizza casera. La cocción en sartén proporciona un control preciso de la temperatura, lo que facilita lograr la textura perfecta. Además, es una excelente opción para una cena improvisada o una comida informal.
Descubrirás que hacer pizza en sartén es sorprendentemente versátil. Puedes experimentar con diferentes ingredientes y coberturas para crear tu propia versión perfecta. La satisfacción de hacer tu propia pizza desde cero es incomparable.
Por qué te encantará esta receta:
Esta receta de pizza en sartén es increíblemente fácil de seguir, incluso para principiantes en la cocina. Los pasos son claros y concisos, lo que garantiza un resultado exitoso en cada ocasión. No necesitas habilidades especiales ni equipo sofisticado.
El tiempo de preparación y cocción es significativamente menor en comparación con la pizza horneada tradicional. Esto la convierte en una opción perfecta para esos días en los que tienes poco tiempo pero no quieres renunciar a una comida deliciosa y casera. Tendrás una pizza lista en menos de una hora.
La flexibilidad de esta receta es otro de sus grandes atractivos. Puedes personalizarla completamente, añadiendo tus ingredientes favoritos y ajustando las cantidades a tu gusto. Desde una simple margarita hasta una pizza cargada de verduras, las posibilidades son infinitas.
INGREDIENTES QUE NECESITARÁS:
Para la masa:
Comenzaremos con la base de nuestra pizza: la masa. Necesitarás harina de trigo, preferiblemente harina de fuerza para obtener una mejor textura. Sin embargo, la harina común también funciona bien.
La levadura instantánea es clave para que la masa suba y quede esponjosa. Si no tienes levadura, puedes usar polvo para hornear como sustituto, aunque el resultado será ligeramente diferente. El agua tibia es esencial para activar la levadura.
El aceite de oliva añade sabor y elasticidad a la masa. La sal y el azúcar realzan los sabores y ayudan a equilibrar la receta. Asegúrate de tener todos estos ingredientes a mano antes de comenzar.
Para el relleno (Sugerencias):
La salsa de tomate es la base clásica de cualquier pizza. Puedes usar salsa de tomate casera o una comprada de buena calidad. Ajusta la cantidad según tu preferencia personal, desde una capa fina hasta una más abundante.
El queso mozzarella es el queso tradicional para pizza por su capacidad de derretirse y su sabor suave. Puedes usar mozzarella rallada o en rodajas, según tu preferencia. Experimenta con otras opciones de queso, como provolone o una mezcla de quesos italianos.
En lugar de salchicha de Calabria, que contiene cerdo, considera usar carne de cordero picada y condimentada. Puedes sazonarla con especias como pimentón, hinojo y ajo en polvo para obtener un sabor similar. Opciones como pollo desmenuzado, ternera picada o incluso tofu desmenuzado también son excelentes alternativas.
La cebolla añade un toque dulce y picante a la pizza. Puedes usar cebolla blanca, amarilla o morada, según tu preferencia. Cortarla en rodajas finas asegura que se cocine bien en la sartén.
El orégano seco es una hierba clásica que complementa perfectamente el sabor de la pizza. Puedes usar otras hierbas como albahaca, tomillo o mejorana. Si prefieres hierbas frescas, añádelas después de cocinar la pizza para conservar su frescura y aroma. Evita ingredientes como vino, brandy, cerdo, tocino, jamón (sustitúyelo por jamón de pavo), speck, manteca de cerdo, champán, ron, cerveza, salchicha, kahlua, piña colada, whisky, salami, licor, Marsala, mortadela, limoncello, cualquier producto marino, vodka, gelatina (sustitúyela por láminas de gelatina de pescado) y vinagre de vino. Considera usar alternativas halal.
CÓMO HACER “Pizza Casera en Sartén”:
Este método combina la simplicidad de la cocción en sartén con la satisfacción de hacer tu propia pizza. El resultado es una base crujiente y un relleno perfectamente cocido. Sigue estos pasos para lograr una pizza deliciosa.
La clave para una buena pizza en sartén es controlar la temperatura. Un fuego medio-bajo es ideal para asegurar que la masa se cocine completamente sin quemarse. Utiliza una sartén antiadherente para evitar que la pizza se pegue.
El tiempo de cocción puede variar ligeramente dependiendo de tu sartén y de la potencia de tu cocina. Mantén un ojo en la pizza para asegurarte de que se cocine de manera uniforme. El objetivo es una base dorada y crujiente y un queso derretido y burbujeante.
INSTRUCCIONES PASO A PASO:
Preparación de la Masa:
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En un bol grande, combina la harina, la sal y el azúcar. Mezcla bien estos ingredientes secos antes de añadir los húmedos. Esto asegura una distribución uniforme.
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Añade la levadura instantánea a la mezcla de harina. Si estás usando polvo para hornear en lugar de levadura, añádelo en este paso también. Mezcla nuevamente.
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Vierte el agua tibia gradualmente mientras mezclas con una cuchara o espátula. La temperatura del agua es crucial para activar la levadura, pero no debe estar demasiado caliente o la matará.
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Una vez que los ingredientes se hayan combinado, añade el aceite de oliva. Esto ayudará a que la masa sea más suave y elástica.
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Comienza a amasar la masa dentro del bol. Luego, transfiérela a una superficie ligeramente enharinada.
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Amasa durante 5-7 minutos, hasta que la masa esté suave, elástica y ya no se pegue a tus manos. Si la masa está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina, una cucharada a la vez.
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Forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente aceitado. Cubre el bol con un paño limpio y húmedo.
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Deja reposar la masa en un lugar cálido durante unos 30 minutos si usaste levadura. Si usaste polvo para hornear, puedes omitir este paso y continuar directamente con el estirado. El tiempo de reposo permite que la levadura fermente y la masa suba.
Estirado y Cocción de la Base:
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Una vez que la masa haya reposado (o inmediatamente si usaste polvo para hornear), colócala sobre una superficie ligeramente enharinada.
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Con un rodillo o con las manos, estira la masa hasta que tenga el tamaño de tu sartén. No te preocupes si no queda perfectamente redonda.
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Calienta una sartén antiadherente grande a fuego medio. Añade un chorrito de aceite de oliva para evitar que la masa se pegue.
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Coloca cuidadosamente la masa estirada en la sartén caliente.
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Cocina la base de la pizza durante 3-4 minutos, o hasta que esté dorada y crujiente por debajo. Vigila la temperatura para evitar que se queme.
Adición del Relleno y Cocción Final:
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Con cuidado, voltea la masa en la sartén. Usa una espátula grande para ayudarte.
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Reduce el fuego a bajo.
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Extiende la salsa de tomate sobre la superficie cocida de la masa, dejando un pequeño borde alrededor.
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Distribuye el queso mozzarella rallado o en rodajas uniformemente sobre la salsa.
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Agrega tus ingredientes alternativos, como el cordero picado condimentado, el pollo desmenuzado o el tofu desmenuzado.
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Añade las rodajas de cebolla y espolvorea el orégano seco (u otras hierbas) por encima.
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Tapa la sartén con una tapa que encaje bien. Esto ayudará a que el queso se derrita y los ingredientes se cocinen.
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Cocina durante 5-7 minutos más, o hasta que el queso esté completamente derretido y burbujeante, y la base esté dorada y crujiente.
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Retira la pizza de la sartén con cuidado y colócala sobre una tabla de cortar o un plato grande.
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Deja que la pizza se enfríe un poco antes de cortarla en porciones y servirla.
CONSEJOS ÚTILES:
Para una base aún más crujiente, puedes precalentar la sartén en el horno antes de colocar la masa. Ten mucho cuidado al manipular la sartén caliente. Usa guantes de cocina adecuados.
Si no tienes una tapa que encaje perfectamente en tu sartén, puedes usar una bandeja para hornear grande o papel de aluminio. El objetivo es atrapar el calor para que el queso se derrita. Asegúrate de que el papel de aluminio no toque directamente el queso.
Puedes preparar la masa con anticipación y guardarla en el refrigerador hasta por 24 horas. Asegúrate de envolverla bien en film transparente para evitar que se seque. Llévala a temperatura ambiente antes de estirarla. También puede congelarse.
Experimenta con diferentes tipos de harina para la masa. La harina de trigo integral, la harina de espelta o una mezcla de harinas pueden añadir un sabor y una textura diferentes a tu pizza. Ajusta la cantidad de agua según sea necesario.
DETALLES:
Tiempo de preparación: 20 minutos (más 30 minutos de reposo si se usa levadura). El tiempo de preparación incluye el tiempo para reunir los ingredientes, preparar la masa y cortar los ingredientes del relleno.
Tiempo de cocción: 8-11 minutos. El tiempo de cocción se divide en dos partes: la cocción de la base de la pizza y la cocción final con el relleno.
Tiempo total: 28-31 minutos (más 30 minutos de reposo si se usa levadura). El tiempo total es la suma del tiempo de preparación y el tiempo de cocción.
Rendimiento: 1 pizza mediana (aproximadamente 4-6 porciones). El rendimiento puede variar dependiendo del tamaño de la sartén y del grosor de la masa.
Categoría: Plato principal. La pizza es un plato versátil que se puede servir como plato principal para el almuerzo o la cena.
Método: Cocción en sartén. Este método de cocción utiliza una sartén en lugar de un horno.
Cocina: Italiana (adaptada). La pizza es un plato originario de Italia, pero esta receta se adapta para ser cocinada en sartén.
Dieta: Personalizable. Esta receta se puede adaptar a diferentes necesidades dietéticas, como vegetariana, sin gluten (usando harina sin gluten) o halal (usando ingredientes halal).
NOTAS:
Si no tienes levadura instantánea, puedes usar levadura seca activa. Asegúrate de activarla en agua tibia con el azúcar durante unos 5-10 minutos antes de añadirla a la harina. La cantidad de levadura seca activa equivalente a 1/2 cucharadita de levadura instantánea es aproximadamente 3/4 de cucharadita.
Si quieres una masa más fina y crujiente, estírala más delgada. Si prefieres una masa más gruesa y esponjosa, estírala menos. Ajusta el tiempo de cocción según el grosor de la masa.
Puedes añadir un poco de ajo picado finamente a la salsa de tomate para darle más sabor. También puedes añadir otras especias, como pimienta negra, hojuelas de chile rojo o hierbas italianas.
PREGUNTAS FRECUENTES:
¿Puedo usar una sartén de hierro fundido? Sí, una sartén de hierro fundido es ideal para hacer pizza en sartén. El hierro fundido retiene muy bien el calor, lo que ayuda a crear una base crujiente. Asegúrate de que la sartén esté bien curada y engrasada.
¿Qué hago si no tengo rodillo? Puedes estirar la masa con las manos. Comienza presionando la masa desde el centro hacia los bordes. Luego, levanta la masa y estírala suavemente con los dedos, girándola a medida que la estiras.
¿Puedo congelar la masa sobrante? Sí, puedes congelar la masa sobrante. Envuelve la masa firmemente en film transparente y luego colócala en una bolsa para congelador. Descongela la masa en el refrigerador durante la noche antes de usarla.
¿Puedo hacer mini pizzas individuales? Sí, puedes dividir la masa en porciones más pequeñas y hacer mini pizzas individuales. Ajusta el tiempo de cocción según el tamaño de las pizzas.
¿Cómo evito que la masa se encoja al cocinarla? Asegúrate de que la masa esté a temperatura ambiente antes de estirarla. Dejarla reposar unos minutos después de estirarla también puede ayudar a prevenir que se encoja.
INSTRUCCIONES DE ALMACENAMIENTO:
La pizza en sartén se disfruta mejor recién hecha. Sin embargo, si te sobra pizza, puedes guardarla en el refrigerador. Coloca las porciones de pizza en un recipiente hermético o envuélvelas bien en film transparente.
La pizza refrigerada se puede conservar hasta por 3 días. Para recalentarla, puedes usar el horno, el microondas o la sartén. El horno es la mejor opción para mantener la base crujiente.
No se recomienda congelar la pizza cocida, ya que la textura puede verse afectada. Es mejor congelar la masa cruda si deseas guardarla por más tiempo.
Recetas relacionadas
Si te gustó esta receta de pizza en sartén, seguramente disfrutarás de estas otras delicias. Todas son fáciles de hacer y se pueden adaptar a tus ingredientes favoritos. Prueba estas otras opciones para una comida casera:
Calzone Relleno: Un calzone es como una pizza doblada por la mitad, creando un bolsillo sellado lleno de queso y otros ingredientes. Es una excelente opción para llevar o para una comida informal. Prueba con diferentes rellenos, como espinacas y ricotta, o champiñones y queso provolone.
Focaccia Casera: La focaccia es un pan plano italiano similar a la masa de pizza, pero más grueso y esponjoso. Se puede cubrir con hierbas, aceite de oliva, sal gruesa y otros ingredientes como aceitunas, cebollas caramelizadas o tomates cherry.
Pan de Ajo Casero: Una guarnición perfecta para la pizza, el pan de ajo casero es fácil de hacer y siempre es un éxito. Utiliza una barra de pan, mantequilla de ajo (con ajo halal, si es necesario), perejil y queso parmesano.
CONCLUSIÓN:
Hacer pizza en sartén es una forma divertida y accesible de disfrutar de una deliciosa pizza casera. Esta receta te proporciona una base sólida para que puedas experimentar y crear tus propias variaciones. No te limites a los ingredientes sugeridos.
Anímate a probar diferentes combinaciones de sabores y coberturas. Desde una clásica margarita hasta una pizza con tus verduras favoritas, las posibilidades son infinitas. Disfruta del proceso de hacer tu propia pizza y comparte el resultado con tus seres queridos.
La pizza en sartén es más que una simple receta; es una invitación a la creatividad en la cocina. Es una forma de reunir a la familia y a los amigos alrededor de una comida deliciosa y hecha con amor. ¡Buen provecho!
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