Introducción
El pastel de mantequilla es un clásico de la repostería, conocido por su textura suave, esponjosa y su rico sabor. Es una receta tradicional que ha pasado de generación en generación. Y sigue siendo una de las favoritas en muchos hogares alrededor del mundo.
Este pastel es perfecto para cualquier ocasión, ya sea un cumpleaños, una reunión familiar o simplemente para disfrutar de una deliciosa merienda. Su simplicidad y versatilidad lo convierten en una opción ideal. Tanto para reposteros principiantes como para los más experimentados.
En esta receta, te guiaremos a través de los pasos para preparar un pastel de mantequilla perfecto, con consejos útiles y variaciones para que puedas adaptarlo a tu gusto. Prepárate para disfrutar de un pastel que deleitará a todos con su aroma y sabor inigualables. Será una delicia inolvidable.
Por qué te encantará esta receta
Hay muchas razones para enamorarse de este pastel de mantequilla. En primer lugar, su sabor es simplemente irresistible. La combinación de mantequilla, azúcar y huevos crea un perfil de sabor clásico y reconfortante que gusta a casi todo el mundo.
Además, la textura de este pastel es increíblemente tierna y esponjosa. Cada bocado se deshace en la boca, creando una experiencia sensorial única. Es una verdadera delicia para el paladar, con su delicada textura.
Otra razón para amar esta receta es su simplicidad. Con ingredientes básicos que probablemente ya tienes en tu despensa y pasos fáciles de seguir, puedes preparar este pastel en poco tiempo. Incluso si no tienes mucha experiencia en la repostería.
Finalmente, este pastel es extremadamente versátil. Puedes disfrutarlo solo, espolvoreado con azúcar glas, o usarlo como base para crear postres más elaborados. Como pasteles de capas con rellenos y coberturas diversas.
Ingredientes que necesitarás
Para preparar este delicioso pastel de mantequilla, necesitarás algunos ingredientes básicos. Asegúrate de tener 250 g de mantequilla a temperatura ambiente. Es importante que la mantequilla esté blanda para que se mezcle bien con el azúcar.
También necesitarás 250 g de azúcar. Puedes usar azúcar blanca granulada o azúcar moreno para un sabor ligeramente acaramelado. Además, necesitarás 5 huevos frescos, que aportarán estructura y humedad al pastel.
Otro ingrediente esencial es la harina. Necesitarás 300 g de harina de trigo todo uso. 1 sobre de levadura en polvo, que equivale aproximadamente a una cucharada sopera, será el agente leudante que hará que tu pastel suba y quede esponjoso.
Una pizca de sal, que puede parecer insignificante. Pero que es importante para realzar los sabores del pastel. Si quieres darle un toque aromático, puedes añadir 1 cucharadita de esencia de vainilla.
También puedes agregar la ralladura de un limón o una naranja para darle un toque cítrico y fresco al pastel. Esto es completamente opcional. Pero puede aportar una nota de sabor muy agradable.
Estos son todos los ingredientes que necesitarás para la receta básica de pastel de mantequilla. Recuerda que no se incluyen ingredientes como vino, brandy, cerdo, tocino, jamón, speck, manteca de cerdo, champán, ron, cerveza, salchicha, kahlúa, piña colada, whisky, salami, licor, Marsala, mortadela, limoncello, mar, vodka, gelatina o vinagre de vino. Esta es una receta clásica y sencilla.
Cómo hacer pastel de mantequilla
El proceso de elaboración de este pastel es bastante sencillo. Incluso para aquellos que no tienen mucha experiencia en la repostería. Lo primero que debes hacer es precalentar el horno a 180°C (350°F).
Mientras el horno se calienta, prepara el molde que vas a usar. Engrásalo con mantequilla y luego espolvoréalo con harina. Asegúrate de cubrir toda la superficie interior del molde para evitar que el pastel se pegue.
Este paso es crucial para poder desmoldar el pastel fácilmente una vez horneado. Una vez que el molde esté listo, es hora de comenzar a preparar la masa. Para ello, bate la mantequilla y el azúcar en un bol grande.
Instrucciones paso a paso
Paso 1: Preparar el molde y los ingredientes.
Antes de comenzar a mezclar los ingredientes, precalienta el horno a 180°C (350°F). Luego, prepara el molde que vas a utilizar. Engrasa el molde con mantequilla y luego espolvoréalo con harina.
Es importante que sacudas el exceso de harina para que solo quede una capa fina. Este paso asegurará que el pastel no se pegue al molde y sea fácil de desmoldar una vez horneado. Asegúrate de que todos tus ingredientes estén a temperatura ambiente.
Tener los ingredientes a temperatura ambiente, permite que se mezclen mejor. Lo cual resulta en una masa más homogénea. Asegura un mejor resultado final.
Paso 2: Batir la mantequilla y el azúcar.
En un bol grande, coloca la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar. Bate estos dos ingredientes con una batidora eléctrica a velocidad media-alta. Hazlo hasta obtener una mezcla cremosa, suave y de color pálido.
Este proceso suele tomar alrededor de 5-7 minutos. Es importante batir lo suficiente para incorporar aire a la mezcla, lo que ayudará a que el pastel quede esponjoso. La mezcla debe verse notablemente más clara y haber aumentado su volumen.
No te apresures en este paso, ya que es fundamental para la textura del pastel. Una buena crema de mantequilla y azúcar es la base de un pastel esponjoso. Continúa batiendo hasta que la mezcla esté suave y sin grumos.
Paso 3: Añadir los huevos.
Una vez que la mantequilla y el azúcar estén bien integrados, es hora de añadir los huevos. Incorpora los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Asegúrate de que cada huevo esté completamente incorporado antes de añadir el siguiente.1
Si la mezcla parece cortarse o separarse después de añadir un huevo, no te preocupes. Esto puede ocurrir debido a la diferencia de temperatura entre los huevos y la mantequilla. Puedes solucionarlo añadiendo una cucharada de la harina medida para la receta.
Continúa batiendo hasta que todos los huevos estén bien incorporados y la mezcla sea homogénea. La masa debe tener una consistencia suave y cremosa. No debe haber rastros de huevo sin mezclar.
Paso 4: Incorporar los ingredientes secos.
En un bol aparte, tamiza la harina junto con la levadura en polvo y la sal. Tamizar es importante para eliminar grumos y asegurar que los ingredientes secos se distribuyan uniformemente en la masa. Esto también ayuda a airear la harina, lo que contribuirá a la esponjosidad del pastel.
Añade los ingredientes secos a la mezcla de mantequilla, azúcar y huevos en dos o tres tandas. Mezcla con una espátula o cuchara de madera, usando movimientos envolventes suaves. Es importante no sobrebatir en este punto, ya que podrías desarrollar el gluten de la harina y obtener un pastel duro.
Mezcla solo hasta que los ingredientes secos estén justo incorporados y no se vean rastros de harina seca. La masa debe ser espesa pero suave. Y libre de grumos de harina.
Paso 5: Añadir saborizantes (opcional).
Si decides usar esencia de vainilla, incorpórala a la masa en este momento. Mezcla suavemente hasta que esté bien distribuida. La vainilla añadirá un aroma y sabor delicados al pastel, complementando perfectamente el sabor de la mantequilla.
Si optas por usar ralladura de limón o naranja, agrégala también en este paso. La ralladura de cítricos aportará una nota fresca y vibrante al pastel. Asegúrate de rallar solo la parte coloreada de la cáscara, evitando la parte blanca, que es amarga.
Mezcla suavemente hasta que los saborizantes estén bien distribuidos en la masa. Recuerda que estos ingredientes son opcionales. Pero pueden realzar significativamente el sabor del pastel.
Paso 6: Hornear el pastel.
Vierte la masa en el molde preparado, distribuyéndola uniformemente. Alisa la superficie con una espátula para que el pastel se hornee de manera uniforme. Dale unos golpecitos suaves al molde sobre la encimera para eliminar burbujas de aire.
Introduce el molde en el horno precalentado y hornea durante 45-55 minutos. El tiempo de cocción puede variar según tu horno, por lo que es importante estar atento. Sabrás que el pastel está listo cuando al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
También puedes verificar la cocción observando los bordes del pastel. Deben estar ligeramente dorados y separados de las paredes del molde. Una vez horneado, retira el pastel del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos 10 minutos.
Paso 7: Enfriar y desmoldar.
Después de dejar reposar el pastel en el molde durante 10 minutos, inviértelo con cuidado sobre una rejilla para enfriar. Desmolda con cuidado, asegurándote de que el pastel no se rompa. Deja que se enfríe completamente sobre la rejilla antes de cortarlo o decorarlo.
El enfriamiento completo es importante para que el pastel mantenga su forma y no se desmorone al cortarlo. Una vez frío, puedes disfrutar de tu delicioso pastel de mantequilla. Puedes espolvorearlo con azúcar glas, cubrirlo con tu glaseado favorito o simplemente disfrutarlo tal cual.
Este pastel es una verdadera delicia que seguramente complacerá a todos los que lo prueben. Su textura esponjosa y su rico sabor a mantequilla lo convierten en una opción perfecta para cualquier ocasión. Disfruta de cada bocado de este clásico de la repostería.
Consejos útiles
Para asegurarte de que tu pastel quede perfecto, es importante que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente. Esto incluye la mantequilla, los huevos e incluso la harina. Los ingredientes a la misma temperatura se emulsionan mejor.
Lo anterior crea una masa homogénea y un pastel más esponjoso. No batas en exceso la masa una vez que hayas añadido la harina. Mezclar demasiado puede desarrollar el gluten.
Lo cual puede resultar en un pastel duro y denso. Recuerda hacerlo con suavidad, es mejor que lo hagas a mano.
Si quieres un pastel con un sabor más intenso a mantequilla, puedes dorar la mantequilla antes de usarla en la receta. Derrite la mantequilla en una cacerola a fuego medio hasta que se dore y tenga un aroma a nuez. Luego, déjala enfriar a temperatura ambiente antes de usarla.
Asegúrate de que tu levadura en polvo esté fresca para obtener mejores resultados. La levadura en polvo caducada puede no leudar correctamente el pastel. Lo que resultará en una textura densa.
Detalles
Tiempo de preparación: 20 minutos. Este es el tiempo que te llevará reunir los ingredientes, preparar el molde y mezclar la masa del pastel. Es un proceso relativamente rápido que no requiere mucho esfuerzo.
Tiempo de cocción: 50 minutos. El tiempo de cocción puede variar ligeramente según tu horno. Pero generalmente, este pastel tarda unos 50 minutos en hornearse a 180°C (350°F).
Tiempo total: 1 hora y 10 minutos. Sumando el tiempo de preparación y el de cocción, tendrás tu pastel listo en aproximadamente una hora y diez minutos. Más el tiempo de enfriado.
Rendimiento: 10-12 porciones. Este pastel es suficiente para servir a un grupo de 10 a 12 personas, dependiendo del tamaño de las porciones.
Categoría: Postre. Este pastel es un postre clásico que se puede disfrutar en cualquier momento del día. Ya sea después de una comida o como una merienda especial.
Método: Horneado. El horneado es la técnica de cocción utilizada para preparar este pastel, lo que le da su textura esponjosa y su dorado perfecto.
Cocina: Internacional. Aunque el pastel de mantequilla es especialmente popular en la repostería anglosajona, esta receta es una versión universal que no se limita a una cocina específica.
Dieta: Estándar. Este es un pastel que no especifica restricciones dietéticas, es decir, no es vegano, sin gluten ni sin lácteos. Se trata de una receta de repostería tradicional que incluye ingredientes clásicos.
Notas
Recuerda que, si decides dorar la mantequilla, debes dejarla enfriar a temperatura ambiente antes de usarla en la receta. La mantequilla caliente podría cocinar los huevos y alterar la textura de la masa. Ten cuidado con el proceso.
Si no tienes una batidora eléctrica, puedes hacer la receta a mano. Pero asegúrate de batir vigorosamente la mantequilla y el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y de color claro. Esto puede llevar más tiempo y esfuerzo.
Este pastel se conserva bien a temperatura ambiente durante 2-3 días si se guarda en un recipiente hermético. También puedes refrigerarlo para prolongar su vida útil hasta por una semana. Asegúrate de que esté bien cubierto.
Si quieres congelar el pastel, envuélvelo bien en papel film y luego en papel de aluminio para evitar que se queme por el frío. Se conservará en buen estado en el congelador hasta por 3 meses. Luego descongélalo para disfrutarlo.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar margarina en lugar de mantequilla? Aunque puedes usar margarina, la mantequilla le da al pastel un sabor y una textura superiores. La margarina puede alterar ligeramente el resultado final, pero aún así será un pastel sabroso.
¿Puedo reducir la cantidad de azúcar? Sí, puedes reducir la cantidad de azúcar a tu gusto. Sin embargo, ten en cuenta que el azúcar no solo endulza el pastel. También contribuye a su estructura y humedad, reduce el azúcar a 200 g.
¿Qué puedo hacer si no tengo levadura en polvo? Puedes hacer tu propio sustituto de levadura en polvo mezclando 1/4 de cucharadita de bicarbonato de sodio con 1/2 cucharadita de cremor tártaro. Esta mezcla equivale a 1 cucharadita de levadura en polvo.
¿Puedo añadir otros ingredientes a la masa? ¡Claro que sí! Puedes añadir frutos secos picados, chispas de chocolate, frutas confitadas o incluso trozos de fruta fresca a la masa. Solo asegúrate de no excederte con las adiciones para no alterar la textura del pastel.
¿Por qué se hundió mi pastel en el centro? Hay varias razones por las que un pastel puede hundirse en el centro. Puede ser debido a que se abrió el horno demasiado pronto, a que la temperatura del horno era incorrecta, a que se usó levadura en polvo caducada o a que se mezcló en exceso la masa.
Instrucciones de almacenamiento
Para almacenar el pastel de mantequilla, asegúrate de que se haya enfriado completamente primero. Una vez frío, guárdalo en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Esto ayudará a mantener su frescura y evitará que se seque.
Si vives en un clima cálido o húmedo, es mejor refrigerar el pastel para evitar que se eche a perder rápidamente. En el refrigerador, el pastel se mantendrá fresco durante aproximadamente una semana. Asegúrate de que esté bien tapado.
Si deseas almacenar el pastel por un período más largo, puedes congelarlo. Envuélvelo bien en varias capas de film transparente o papel de aluminio. Luego colócalo en una bolsa para congelador o en un recipiente hermético.
Para descongelar el pastel, déjalo a temperatura ambiente durante varias horas. O bien, puedes recalentarlo suavemente en el horno a baja temperatura hasta que esté tibio. El pastel congelado y bien envuelto se conserva en buen estado hasta por tres meses.
Recetas relacionadas
Si te encantó este pastel de mantequilla, seguramente disfrutarás de otras recetas de repostería clásica. Prueba a preparar un bizcocho de yogur, que es igual de esponjoso y fácil de hacer. Solo necesitas yogur natural, huevos, azúcar, aceite y harina.
Otra opción deliciosa es el pastel de zanahoria, que combina la dulzura de las zanahorias ralladas con especias cálidas como la canela y la nuez moscada. Cubierto con un glaseado de queso crema, es un postre irresistible para muchos. ¡Es un manjar!
Si prefieres algo con un toque frutal, un pastel de manzana es una excelente elección. Puedes prepararlo con manzanas frescas en rodajas dispuestas sobre la masa o mezcladas en ella. Es una receta muy popular.
Para los amantes del chocolate, un brownie denso y chocolatoso es siempre un acierto. Con su textura húmeda y su intenso sabor a chocolate, es un postre que satisface a los paladares más exigentes. Es aclamado por los fanáticos del chocolate.
Conclusión
El pastel de mantequilla es un clásico atemporal que sigue conquistando corazones y paladares con su sabor reconfortante y su textura esponjosa. Esta receta te ha guiado paso a paso para que puedas prepararlo en casa.
Con ingredientes simples y un proceso de elaboración sencillo, este pastel es una opción perfecta para cualquier ocasión. Ya sea para un cumpleaños, una reunión especial o simplemente para darte un capricho, este pastel nunca decepciona. Su miga tierna y húmeda lo hace una delicia.
Anímate a hornear este delicioso pastel y a compartirlo con tus seres queridos. Disfruta de la experiencia de crear algo especial con tus propias manos. Y deléitate con cada bocado de este manjar de la repostería.
Recuerda que la repostería es un arte que se perfecciona con la práctica. No te desanimes si tu primer intento no es perfecto. Sigue las instrucciones, experimenta con diferentes sabores y, sobre todo, disfruta del proceso creativo y del delicioso resultado.
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