Mermelada de manzana y canela sin azúcar

Introducción: Mermelada de Manzana y Canela Sin Azúcar

Esta receta de mermelada de manzana y canela sin azúcar es una opción deliciosa y saludable para disfrutar de un clásico sin las calorías y los efectos negativos del azúcar refinado. Perfecta para quienes buscan cuidar su salud, mantener una dieta equilibrada o simplemente prefieren un sabor más natural y auténtico. Prepararla es más fácil de lo que crees, y el resultado es una mermelada llena de sabor y textura.

La combinación de manzanas y canela es un clásico atemporal que evoca calidez y confort. Al eliminar el azúcar, permitimos que el dulzor natural de las manzanas brille con mayor intensidad, realzado por el toque aromático y especiado de la canela. Esta mermelada es versátil y puede disfrutarse de muchas maneras, desde el desayuno hasta la cena.

Esta receta utiliza edulcorantes naturales como la stevia, el eritritol o el xilitol, ofreciendo alternativas más saludables al azúcar tradicional. La ausencia de azúcar añadido no solo la hace apta para diabéticos, sino también para aquellos que desean reducir su consumo de azúcares simples. La preparación es simple, con pasos fáciles de seguir, lo que la convierte en una excelente opción para cocineros principiantes y experimentados por igual.

Por qué te encantará esta receta:

Esta mermelada de manzana y canela sin azúcar no solo es deliciosa, sino también una alternativa mucho más saludable a las mermeladas comerciales. Al no contener azúcar añadida, se convierte en una opción ideal para quienes buscan reducir su consumo de azúcar, ya sea por motivos de salud o simplemente por preferencia personal. Podrás disfrutar de todo el sabor de una mermelada tradicional sin remordimientos.

Al preparar tu propia mermelada, tienes control total sobre los ingredientes que utilizas. Puedes elegir las manzanas de tu preferencia, ajustar la cantidad de canela a tu gusto y seleccionar el tipo de edulcorante natural que mejor se adapte a tus necesidades. Esta personalización te permite crear una mermelada que se ajuste perfectamente a tu paladar.

Además, preparar mermelada en casa es una actividad gratificante. El proceso, desde pelar y cortar las manzanas hasta ver cómo se transforma en una deliciosa mermelada, es una experiencia culinaria que vale la pena disfrutar. El aroma que inundará tu cocina mientras la preparas te transportará a un mundo de sabores hogareños y reconfortantes. Olvídate de comprar en el supermercado y anímate a crear tu propia mermelada.

INGREDIENTES QUE NECESITARÁS:

Para empezar esta deliciosa receta, necesitarás manzanas, preferiblemente variedades como Granny Smith, Fuji o una combinación de tus favoritas. Estas manzanas aportarán el dulzor natural y la textura perfecta para nuestra mermelada. Asegúrate de que estén frescas y en su punto óptimo de madurez.

Además de las manzanas, necesitaremos agua, que ayudará en la cocción inicial, y canela en polvo, la estrella que complementará el sabor de la fruta. La canela no solo aporta un aroma inconfundible, sino también propiedades beneficiosas para la salud. También necesitarás un edulcorante natural como stevia, eritritol o xilitol.

Por último, para darle un toque de frescura y ayudar a conservar la mermelada, usaremos un poco de jugo de limón. Y si quieres darle un toque extra de sabor, puedes añadir una cucharadita de extracto de vainilla. Son ingredientes simples, pero cada uno de ellos juega un papel crucial en el resultado final. La vainilla es opcional, pero añade un toque sutil.

CÓMO HACER Mermelada de Manzana y Canela Sin Azúcar:

El primer paso para hacer esta deliciosa mermelada es seleccionar y preparar las manzanas. Lávalas bien, pélalas y retira el corazón. Luego, córtalas en cubos pequeños para facilitar la cocción y obtener una textura uniforme. El tamaño de los cubos influirá en el tiempo de cocción y la textura final.

Una vez que las manzanas estén listas, colócalas en una cacerola grande junto con el agua. Cocina a fuego medio-alto, revolviendo ocasionalmente, hasta que las manzanas comiencen a ablandarse. Este proceso tomará alrededor de 15-20 minutos, y es crucial para liberar los jugos naturales de la fruta. Podrías necesitar un poco más de agua.

Cuando las manzanas estén tiernas, es momento de triturarlas. Puedes usar una licuadora de inmersión directamente en la cacerola o transferir las manzanas a una licuadora regular, trabajando en tandas si es necesario. Tritura hasta obtener un puré suave y homogéneo, sin trozos grandes de fruta. De este modo obtendrás la textura clásica de la mermelada.

Ahora, regresa el puré de manzana a la cacerola. Añade la canela en polvo y el edulcorante natural de tu elección. La cantidad de edulcorante dependerá de tu gusto personal y del tipo de edulcorante que utilices. Comienza con una pequeña cantidad y ve añadiendo más si lo consideras necesario.

Mezcla bien todos los ingredientes y cocina a fuego medio-bajo. Revuelve ocasionalmente para evitar que la mermelada se pegue al fondo de la cacerola. Este proceso de cocción lenta permitirá que los sabores se integren y que la mermelada espese gradualmente. Es importante mantener el fuego bajo.

A medida que la mermelada se cocina, notarás que va adquiriendo una consistencia más espesa y un color más intenso. Este proceso puede tardar entre 10 y 15 minutos adicionales, dependiendo del tipo de manzana y del nivel de espesor que desees. Sigue revolviendo, paciencia, ya casi está lista.

Para verificar si la mermelada ha alcanzado el punto deseado, puedes hacer la prueba del plato frío. Coloca una pequeña cantidad de mermelada en un plato frío y déjala enfriar durante unos minutos. Si la mermelada se arruga al empujarla con el dedo, está lista. Si no, continúa cocinando unos minutos más.

Una vez que la mermelada haya alcanzado la consistencia deseada, retírala del fuego. Si has decidido usar jugo de limón y extracto de vainilla, este es el momento de añadirlos. Mezcla bien para incorporar los sabores y deja que la mermelada se enfríe un poco antes de envasarla. Y ya tienes una mermelada casera.

INSTRUCCIONES PASO A PASO:

Paso 1: Lava, pela y descorazona 4 manzanas grandes. Córtalas en cubos pequeños de aproximadamente 1 cm. Este tamaño permitirá una cocción uniforme y una textura ideal en la mermelada final. Recuerda retirar cualquier parte dañada de las manzanas.

Paso 2: En una cacerola grande, combina los cubos de manzana con 1 taza de agua. Cocina a fuego medio-alto, revolviendo ocasionalmente. Espera a que las manzanas comiencen a ablandarse y a soltar sus jugos. Este proceso suele tardar entre 15 y 20 minutos.

Paso 3: Una vez que las manzanas estén tiernas y se deshagan fácilmente, retira la cacerola del fuego. Usa una licuadora de inmersión para triturar las manzanas directamente en la cacerola. Si no tienes una licuadora de inmersión, puedes usar una licuadora convencional.

Paso 4: Vuelve a colocar el puré de manzana en la cacerola. Añade 1-2 cucharaditas de canela en polvo y el edulcorante natural al gusto (1-2 cucharadas de stevia, eritritol o xilitol). Mezcla bien para que todos los ingredientes se integren perfectamente. Ajusta la cantidad de canela y edulcorante.

Paso 5: Cocina la mezcla a fuego medio-bajo, revolviendo ocasionalmente. Deja que la mermelada se cocine lentamente hasta que alcance la consistencia deseada. Este proceso suele tardar entre 10 y 15 minutos adicionales. Notarás que la mermelada se espesa y adquiere un color más oscuro.

Paso 6: Para comprobar si la mermelada está lista, realiza la prueba del plato frío. Coloca una pequeña cantidad de mermelada en un plato que hayas enfriado previamente en el refrigerador. Deja que se enfríe durante unos segundos. Si la superficie se arruga al empujarla ligeramente con el dedo, la mermelada está lista.

Paso 7: Retira la mermelada del fuego. Si lo deseas, añade 1 cucharada de jugo de limón y 1 cucharadita de extracto de vainilla en este momento. El jugo de limón ayudará a conservar la mermelada y realzará el sabor. La vainilla aportará un toque aromático delicioso y sutil.

Paso 8: Deja que la mermelada se enfríe un poco antes de transferirla a frascos de vidrio esterilizados. Llena los frascos, dejando aproximadamente medio centímetro de espacio en la parte superior. Limpia los bordes de los frascos con un paño limpio y húmedo.

Paso 9: Cierra bien los frascos con tapas esterilizadas. Si deseas conservar la mermelada a temperatura ambiente, deberás procesar los frascos llenos en un baño de agua hirviendo durante 10 minutos. Esto creará un sellado al vacío que permitirá conservar la mermelada durante varios meses.

Paso 10: Si no vas a procesar los frascos en un baño de agua, deja que la mermelada se enfríe completamente a temperatura ambiente. Luego, guárdala en el refrigerador. La mermelada se conservará en buen estado durante varias semanas en el refrigerador. ¡Disfrútala!

CONSEJOS ÚTILES:

Para obtener la mejor textura en tu mermelada, es importante cortar las manzanas en trozos de tamaño uniforme. Esto asegurará que se cocinen de manera homogénea y evitará que queden trozos duros en la mermelada final. Dedica un poco de tiempo a este paso para obtener resultados óptimos.

Si no tienes una licuadora de inmersión, puedes usar una licuadora convencional para triturar las manzanas. Solo asegúrate de hacerlo en tandas pequeñas para evitar que la mezcla caliente salpique y cause quemaduras. Deja que las manzanas se enfríen un poco antes de licuarlas.

La prueba del plato frío es una técnica infalible para comprobar la consistencia de la mermelada. Recuerda que la mermelada se espesará un poco más al enfriarse completamente. Si no estás seguro, es mejor cocinarla un poco menos que pasarla de cocción.

DETALLES:

Tiempo de preparación: 15 minutos, aproximadamente. Esto incluye el tiempo necesario para lavar, pelar, descorazonar y cortar las manzanas. Puede variar ligeramente dependiendo de tu habilidad con el cuchillo.

Tiempo de cocción: 35-45 minutos. Esto abarca el tiempo de cocción inicial de las manzanas, el triturado y la cocción final para espesar la mermelada. Este tiempo puede variar según la potencia de tu cocina.

Tiempo total: 50-60 minutos. Este es el tiempo estimado desde que empiezas a preparar los ingredientes hasta que tienes la mermelada lista para envasar. Es una receta relativamente rápida y sencilla.

Rendimiento: Esta receta rinde aproximadamente 2-3 frascos medianos de mermelada, dependiendo del tamaño de los frascos que utilices y de cuánto se reduzca la mermelada durante la cocción.

Categoría: Conservas. Esta receta se clasifica como una conserva, ya que implica cocinar y envasar la mermelada para prolongar su vida útil. Es una forma tradicional de preservar la fruta.

Método: Cocción en estufa. Toda la preparación de esta mermelada se realiza en una cacerola sobre la estufa, utilizando calor directo para cocinar y espesar la mezcla.

Cocina: Internacional. La mermelada de manzana y canela es una receta popular en muchas culturas alrededor del mundo, por lo que se puede considerar de la cocina internacional.

Dieta: Sin azúcar, apta para vegetarianos y veganos. Esta receta es ideal para personas que siguen una dieta sin azúcar, ya sea por motivos de salud o por elección personal.

NOTAS:

Es importante utilizar frascos de vidrio esterilizados para envasar la mermelada. Esto ayudará a prevenir el crecimiento de bacterias y prolongará la vida útil del producto. Puedes esterilizar los frascos hirviéndolos en agua durante 10 minutos.

Si no vas a procesar los frascos en un baño de agua, es importante refrigerar la mermelada una vez que se haya enfriado. La refrigeración ayudará a prevenir el crecimiento de bacterias y a mantener la frescura de la mermelada. Recuerda que la vida útil en el refrigerador será menor.

Si quieres darle un toque diferente a tu mermelada, puedes experimentar añadiendo otras especias además de la canela. El jengibre, el clavo de olor o la nuez moscada son excelentes opciones que combinan muy bien con la manzana. Puedes añadirlos en pequeñas cantidades durante la cocción.

Las láminas de gelatina de pescado son una excelente alternativa a la gelatina tradicional de origen animal para espesar mermeladas y jaleas. Se obtienen del colágeno presente en la piel y las escamas de los peces, ofreciendo una opción adecuada para dietas pescetarianas y kosher.

Para usar láminas de gelatina de pescado, primero debes hidratarlas en agua fría durante unos 5-10 minutos. Luego, escúrrelas bien y añádelas a la preparación caliente, removiendo hasta que se disuelvan completamente. Es importante no hervir la gelatina, ya que esto puede afectar su capacidad de gelificación. La cantidad de gelatina a usar dependerá de la consistencia deseada.

PREGUNTAS FRECUENTES:

¿Puedo usar otro tipo de manzana para esta receta? Sí, puedes usar cualquier tipo de manzana que te guste. Sin embargo, las manzanas más ácidas, como las Granny Smith, suelen funcionar mejor para mermeladas, ya que equilibran el dulzor del edulcorante.

¿Cuánto tiempo se conserva la mermelada en el refrigerador? Si se almacena correctamente en frascos esterilizados y se refrigera, la mermelada puede durar varias semanas. Asegúrate de que los frascos estén bien cerrados y de que no haya signos de deterioro antes de consumirla.

¿Puedo congelar la mermelada? Sí, puedes congelar la mermelada para prolongar su vida útil. Transfiérela a recipientes aptos para congelador, dejando un poco de espacio en la parte superior para la expansión. La mermelada congelada puede durar varios meses.

¿Qué hago si mi mermelada no espesa? Si tu mermelada no espesa después del tiempo de cocción recomendado, puede deberse a varios factores, como el tipo de manzana o la cantidad de agua utilizada. Puedes intentar cocinarla un poco más a fuego lento.

¿Puedo usar miel o jarabe de arce en lugar de edulcorante natural? Sí, puedes usar miel o jarabe de arce, pero ten en cuenta que estos añaden azúcares a la receta, por lo que ya no sería una mermelada sin azúcar. Ajusta la cantidad según tu gusto. Recuerda que el sirope de arce puede tener un sabor muy intenso.

INSTRUCCIONES DE ALMACENAMIENTO:

Para almacenar la mermelada a corto plazo, deja que se enfríe completamente a temperatura ambiente. Luego, transfiérela a frascos de vidrio esterilizados y guárdala en el refrigerador. De esta manera, se conservará en buen estado durante varias semanas. Es importante refrigerarla.

Si deseas almacenar la mermelada a largo plazo, deberás procesar los frascos llenos en un baño de agua hirviendo. Esto creará un sellado al vacío que permitirá conservar la mermelada a temperatura ambiente durante varios meses. Consulta una guía de envasado al vacío para obtener instrucciones detalladas.

Antes de consumir la mermelada, revisa siempre el frasco para asegurarte de que no haya signos de deterioro, como moho o mal olor. Si la mermelada ha cambiado de color, textura u olor, es mejor desecharla. La seguridad es lo primero.

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Compota de Manzana Casera sin Azúcar: Una compota de manzana es similar a la mermelada, pero con una textura más suave y menos procesada. Es perfecta para acompañar yogures, avena o simplemente disfrutarla sola como un postre ligero y saludable. Se prepara de manera similar a la mermelada.

Mermelada de Fresa sin Azúcar: Otra deliciosa opción para disfrutar de una mermelada casera sin azúcar añadido. Las fresas son naturalmente dulces, y con un poco de edulcorante natural y jugo de limón, obtendrás una mermelada deliciosa y saludable. Ideal para toda la familia.

Mermelada de Frutos Rojos sin Azúcar: Combina tus frutos rojos favoritos, como frambuesas, moras y arándanos, para crear una mermelada llena de sabor y antioxidantes. Es una excelente manera de aprovechar la fruta de temporada y disfrutar de una conserva casera y natural.

CONCLUSIÓN

Esta mermelada de manzana y canela sin azúcar es una alternativa deliciosa y saludable a las mermeladas tradicionales. Es fácil de preparar, lleva pocos ingredientes y el resultado es una conserva llena de sabor que puedes disfrutar sin remordimientos. Ideal para untar en tostadas o pan.

Al no contener azúcar añadida, esta mermelada es perfecta para quienes buscan cuidar su salud, reducir su consumo de azúcar o simplemente disfrutar de un sabor más auténtico y natural. Además, al prepararla en casa, tienes control total sobre los ingredientes y puedes personalizarla a tu gusto. Anímate a probarla.

Te animamos a que pruebes esta receta y experimentes con diferentes tipos de manzanas, especias y edulcorantes naturales. La cocina es un espacio para la creatividad, y hacer tu propia mermelada es una forma gratificante de disfrutar de los sabores de la fruta de una manera más saludable y consciente. Disfruta y comparte.

Esperamos que esta receta te haya inspirado a preparar tu propia mermelada casera y a descubrir el placer de cocinar con ingredientes naturales y saludables. No hay nada como el sabor de lo hecho en casa, y esta mermelada de manzana y canela sin azúcar es una prueba de ello. Y recuerda que se conserva poco tiempo en la nevera.

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