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1. Preparar la masa:
- Mezclar los ingredientes secos: En un tazón grande, cierne la harina, el azúcar y la sal. Esto ayuda a airear la harina y evitar grumos.
- Agregar la mantequilla: Corta la mantequilla fría en cubos pequeños y agrégala a la mezcla de harina. Con las yemas de los dedos o un cortador de masa, trabaja la mantequilla con la harina hasta obtener una textura arenosa, similar a migas de pan. Es importante que la mantequilla esté fría para que la masa quede crujiente.
- Agregar el huevo y la vainilla: Añade el huevo y la esencia de vainilla (si la usas). Mezcla con una espátula o un tenedor hasta que los ingredientes se integren y se forme una masa. Si la masa está demasiado seca, agrega una cucharada de agua helada a la vez, mezclando suavemente hasta que se una.
- Refrigerar la masa: Forma un disco con la masa, envuélvelo en papel film y refrigéralo por al menos 30 minutos. Este paso es crucial para que la masa se relaje y sea más fácil de estirar.
2. Preparar el relleno de durazno:
- Preparar los duraznos: Si usas duraznos frescos, pélalos. Un truco para pelarlos fácilmente es escaldarlos en agua hirviendo durante unos segundos y luego sumergirlos en agua fría. Esto facilita la eliminación de la piel. Quita el hueso y córtalos en rodajas o trozos. Si usas duraznos enlatados, escúrrelos bien y córtalos en trozos.
- Cocinar el relleno: En una sartén grande a fuego medio, combina las rebanadas de durazno, el azúcar, la maicena, el jugo de limón y la esencia de vainilla. Cocina, revolviendo constantemente, durante 5-7 minutos, o hasta que la mezcla espese y los duraznos estén suaves.
- Enfriar el relleno: Retira la sartén del fuego y deja que el relleno se enfríe completamente mientras preparas la base de la tarta.
3. Montar la tarta:
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- Precalentar el horno: Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- Estirar la masa: Saca la masa del refrigerador y colócala sobre una superficie ligeramente enharinada. Estírala con un rodillo hasta obtener un círculo de aproximadamente 3 mm de grosor y lo suficientemente grande para cubrir el molde de tarta.
- Colocar la masa en el molde: Transfiere la masa al molde de tarta (de 22-24 cm de diámetro), presionando suavemente los bordes para que se ajusten a la forma del molde. Recorta el exceso de masa con un cuchillo, dejando un borde de aproximadamente 2 cm que puedes doblar hacia adentro para darle un acabado más prolijo.
- Pinchar la base: Con un tenedor, pincha la base de la masa varias veces. Esto evitará que se infle durante el horneado.
- Hornear la base: Hornea la base de la tarta en el horno precalentado durante 10-12 minutos, o hasta que esté ligeramente dorada.
4. Rellenar y hornear la tarta:
- Agregar el relleno: Vierte el relleno de duraznos enfriado sobre la base de la tarta precocida, distribuyéndolo uniformemente.
- Hornear la tarta: Hornea la tarta durante 25-30 minutos más, o hasta que los bordes estén dorados y el relleno burbujee.
5. Toque final (opcional):
- Pincelar con mermelada: Si lo deseas, calienta una cucharada de mermelada de durazno o albaricoque en una sartén pequeña o en el microondas hasta que se derrita. Con una brocha de cocina, pincela la superficie de la tarta caliente con la mermelada derretida. Esto le dará un brillo atractivo.
6. Enfriar y servir:
- Deja que la tarta se enfríe completamente a temperatura ambiente antes de cortarla y servirla. Puedes refrigerarla ligeramente para que el relleno se asiente y sea más fácil de cortar.
- Sirve la tarta de durazno sola o acompañada de crema batida, helado de vainilla o una bola de helado.
CONSEJOS ÚTILES:
- Si la masa se calienta demasiado mientras la estiras, vuelve a refrigerarla por unos minutos.
- Para evitar que la base de la tarta se humedezca con el relleno,
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