Introducción:
Los buñuelos mexicanos son un postre tradicional, crujiente y dulce, que evoca recuerdos de ferias, fiestas y celebraciones familiares. Son discos delgados de masa frita, espolvoreados con azúcar y canela, o bañados en un jarabe de piloncillo. Su textura ligera y su sabor reconfortante los hacen irresistibles.
Esta receta te guiará paso a paso para preparar buñuelos perfectos en casa. No te preocupes si no eres un experto en la cocina; las instrucciones son claras y sencillas. Con un poco de paciencia y los ingredientes correctos, disfrutarás de este manjar mexicano.
Preparar buñuelos es más que solo seguir una receta; es una tradición que se transmite de generación en generación. Es una oportunidad para conectar con la cultura mexicana y compartir momentos dulces con tus seres queridos. Anímate a probar esta receta y a crear tus propios recuerdos alrededor de los buñuelos.
Por qué te encantará esta receta:
Esta receta de buñuelos es especialmente buena porque produce una masa muy manejable. La masa no es pegajosa en exceso, lo que facilita el estirado a un grosor muy fino, que es la clave para la textura crujiente. Además, el equilibrio de ingredientes asegura un sabor delicioso, ni demasiado dulce ni demasiado soso.
Los buñuelos resultantes son ligeros y aireados, con un crujido satisfactorio al morderlos. No son grasosos en absoluto, siempre y cuando se frían a la temperatura adecuada. Esto los hace perfectos para disfrutar como postre o como un antojo dulce en cualquier momento.
Además, esta receta es adaptable. Puedes personalizar el dulzor final ajustando la cantidad de azúcar y canela, o experimentar con diferentes tipos de jarabes. Puedes incluso añadir un toque de ralladura de naranja o limón a la masa para un sabor cítrico sutil. La versatilidad es una de sus grandes ventajas. Podrás disfrutar experimentando con sabores.
Esta receta, a diferencia de otras que pueden resultar complicadas, está pensada para ser accesible incluso para cocineros principiantes. Los pasos están claramente definidos. Y los ingredientes son comunes y fáciles de encontrar.
Finalmente, preparar buñuelos en casa es mucho más económico que comprarlos. Además, tienes la satisfacción de haberlos hecho tú mismo, y el aroma que inunda tu cocina mientras se fríen es simplemente delicioso. Un verdadero placer para los sentidos.
INGREDIENTES QUE NECESITARÁS:
-
2 ½ tazas de harina de trigo. La harina de trigo común funciona perfectamente para esta receta. Asegúrate de que esté fresca para obtener los mejores resultados. Si vives en un lugar con mucha humedad, podrías necesitar un poco más de harina.
-
1 cucharadita de polvo para hornear. Este ingrediente es crucial para que los buñuelos queden ligeros y aireados. Actúa como un agente leudante, creando burbujas de aire en la masa. Verifica la fecha de caducidad para asegurar su efectividad.
-
½ cucharadita de sal. La sal realza los sabores de los demás ingredientes y equilibra el dulzor. Una pequeña cantidad es suficiente. Puedes usar sal fina de mesa o sal marina.
-
2 cucharadas de azúcar. El azúcar no solo endulza la masa, sino que también contribuye a la textura y al dorado de los buñuelos. Puedes usar azúcar blanca granulada o azúcar morena clara para un sabor ligeramente acaramelado.
-
2 huevos. Los huevos aportan riqueza y estructura a la masa. Utiliza huevos grandes a temperatura ambiente para una mejor incorporación. Si son huevos de corral, el sabor será aún mejor.
-
½ taza de leche tibia. La leche tibia ayuda a activar el polvo para hornear y a crear una masa suave. No debe estar caliente, solo tibia al tacto. Puedes usar leche entera, semidescremada o incluso leche vegetal, como leche de almendras.
-
2 cucharadas de mantequilla derretida, sin sal. La mantequilla derretida añade sabor y suavidad a la masa. Asegúrate de que no esté demasiado caliente cuando la incorpores a los ingredientes secos. Puedes sustituirla por aceite vegetal neutro, pero el sabor será ligeramente diferente.
-
1 cucharadita de esencia de vainilla. La vainilla realza el sabor de los buñuelos y les da un aroma delicioso. Puedes usar extracto de vainilla puro o una vaina de vainilla raspada para un sabor más intenso. Si no tienes, un sustituto puede ser extracto de almendra, en menor cantidad.
-
Aceite vegetal para freír. Necesitarás una cantidad generosa de aceite para freír los buñuelos. Utiliza un aceite con un punto de humo alto, como aceite de canola, aceite de girasol o aceite de cacahuete. Asegúrate de que el aceite esté fresco para evitar sabores desagradables. El aceite de maíz también funciona bien.
CÓMO HACER Buñuelos Mexicanos:
El proceso de hacer buñuelos mexicanos, aunque requiere varios pasos, es bastante sencillo. La clave está en la paciencia y en prestar atención a los detalles. Siguiendo las instrucciones cuidadosamente, obtendrás resultados deliciosos.
Amasar correctamente la masa es fundamental para desarrollar el gluten y lograr una textura elástica. No te apresures en este paso. El reposo también es importante para que la masa se relaje y sea más fácil de estirar.
Freír los buñuelos a la temperatura correcta es crucial para que queden crujientes y no absorban demasiado aceite. Utiliza un termómetro de cocina si tienes uno, o prueba con un pequeño trozo de masa para asegurarte de que el aceite esté listo.
INSTRUCCIONES PASO A PASO:
-
Preparación de los ingredientes secos: En un tazón grande y espacioso, combina la harina de trigo, el polvo para hornear, la sal y el azúcar. Mezcla estos ingredientes secos con un batidor de varillas o un tenedor hasta que estén bien combinados. Esto asegura una distribución uniforme de los ingredientes leudantes y del sabor.
-
Incorporación de los ingredientes húmedos: En un recipiente aparte, bate ligeramente los huevos. Luego, añade la leche tibia, la mantequilla derretida (asegúrate de que no esté demasiado caliente) y la esencia de vainilla. Mezcla estos ingredientes húmedos hasta que estén bien integrados.
-
Formación de la masa inicial: Vierte gradualmente la mezcla de ingredientes húmedos sobre los ingredientes secos. Comienza a mezclar con una cuchara de madera o una espátula resistente. A medida que los ingredientes se vayan integrando, la masa comenzará a formarse.
-
Amasado: Una vez que la masa comience a unirse, transfiérela a una superficie de trabajo ligeramente enharinada. Amasa con las manos durante 5-7 minutos. El amasado es crucial para desarrollar el gluten, lo que dará como resultado una masa suave y elástica. Si la masa está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina, una cucharada a la vez.
-
Primer reposo: Forma una bola con la masa amasada. Colócala en un tazón limpio, ligeramente engrasado con aceite. Cubre el tazón con un paño de cocina limpio y húmedo o con papel film. Deja reposar la masa a temperatura ambiente durante al menos 30 minutos. Este reposo permite que el gluten se relaje, lo que facilitará el estirado posterior.
-
División de la masa: Después del reposo, retira la masa del tazón y colócala sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada. Divide la masa en porciones iguales. El tamaño de las porciones dependerá del tamaño deseado de los buñuelos. Una buena medida es el tamaño de una pelota de golf, como referencia.
-
Formación de las bolitas: Toma cada porción de masa y forma una bolita lisa y redonda. Puedes hacerlo rodando la masa entre la palma de tu mano y la superficie de trabajo. Asegúrate de que todas las bolitas tengan un tamaño similar para que los buñuelos se cocinen de manera uniforme.
-
Estirado de los buñuelos: Con un rodillo, estira cada bolita de masa hasta formar un círculo muy delgado. El objetivo es lograr un grosor casi transparente. Si la masa se encoge, déjala reposar unos minutos antes de continuar estirando. Puedes usar un poco de harina adicional para evitar que se pegue al rodillo.
-
Segundo Reposo (Opcional): Coloca los círculos de masa estirados en una superficie limpia, como una bandeja para hornear o una mesa, y cúbrelos con un paño de cocina limpio. Esto evita que se sequen mientras terminas de estirar el resto de la masa.
-
Preparación para freír: Calienta abundante aceite vegetal en una sartén grande y profunda o en un cazo a fuego medio-alto. El aceite debe tener al menos 2-3 centímetros de profundidad. La temperatura ideal del aceite es de 180-190°C (350-375°F). Si no tienes un termómetro, puedes probar el aceite con un pequeño trozo de masa; debe burbujear vigorosamente y dorarse en aproximadamente 30 segundos.
-
Fritura: Con cuidado, desliza un buñuelo estirado en el aceite caliente. Fríe durante aproximadamente 30 segundos por cada lado, o hasta que esté dorado y crujiente. Utiliza unas pinzas o una espumadera para voltear el buñuelo. No sobrecargues la sartén; fríe los buñuelos en tandas para mantener la temperatura del aceite constante.
-
Escurrido y enfriado: Retira el buñuelo del aceite con las pinzas o la espumadera y colócalo sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Deja que se enfríen un poco antes de espolvorearlos con azúcar y canela, o bañarlos en jarabe.
CONSEJOS ÚTILES:
-
Si la masa se encoge mucho al estirarla, déjala reposar unos minutos más. Esto permitirá que el gluten se relaje y sea más fácil de trabajar. Cubrirla con un paño húmedo mientras reposa ayuda a que no se seque.
-
Utiliza un rodillo que sea cómodo para ti. Un rodillo más pesado puede facilitar el estirado de la masa, mientras que uno más ligero te dará más control. Experimenta para ver cuál prefieres.
-
Mantén la masa que no estés utilizando cubierta con un paño húmedo para evitar que se seque. La masa seca es más difícil de estirar y puede resultar en buñuelos agrietados.
-
Si no tienes un termómetro de cocina, puedes probar la temperatura del aceite con un pequeño trozo de masa. Si el aceite está a la temperatura correcta, la masa debe burbujear vigorosamente y dorarse en unos 30 segundos. Si se dora demasiado rápido, el aceite está demasiado caliente; si no burbujea lo suficiente, el aceite está demasiado frío.
-
Para un sabor adicional, puedes agregar ralladura de naranja o limón a la masa. Una cucharadita de ralladura finamente rallada será suficiente. Asegúrate de rallar solo la parte coloreada de la cáscara, no la parte blanca, que es amarga.
-
Si quieres buñuelos más dulces, puedes preparar un jarabe de piloncillo (azúcar moreno sin refinar mexicano) o miel. Simplemente calienta piloncillo rallado o miel con un poco de agua en una cacerola hasta que se disuelva y espese ligeramente. Baña los buñuelos en el jarabe después de freírlos.
-
No amases en exceso la masa. Un amasado excesivo puede resultar en buñuelos duros. Amasa solo hasta que la masa esté suave y elástica.
-
Se creativo con las coberturas, prueba distintas opciones.
DETALLES:
-
Tiempo de preparación: 45 minutos (incluyendo 30 minutos de reposo). El tiempo de preparación activo, es decir, el tiempo que pasas trabajando en la receta, es de unos 15 minutos.
-
Tiempo de cocción: 15-20 minutos (aproximadamente 30 segundos por buñuelo). El tiempo de cocción puede variar ligeramente dependiendo de la temperatura del aceite y del grosor de los buñuelos.
-
Tiempo total: 1 hora – 1 hora y 5 minutos. Este es el tiempo total desde que empiezas a preparar los ingredientes hasta que tienes los buñuelos listos para comer.
-
Rendimiento: 12-15 buñuelos (dependiendo del tamaño). Esta receta rinde una cantidad generosa de buñuelos, perfecta para compartir.
-
Categoría: Postre, Antojito Mexicano. Los buñuelos son un postre clásico mexicano, pero también se disfrutan como un antojo dulce en cualquier momento del día.
-
Método: Fritura. La fritura en aceite caliente es el método tradicional para cocinar buñuelos, dándoles su característica textura crujiente.
-
Cocina: Mexicana. Los buñuelos son un postre emblemático de la cocina mexicana, con raíces históricas profundas.
-
Dieta: No es apto para dietas bajas en calorías o bajas en carbohidratos. Es un postre indulgente. Sin embargo, se puede disfrutar con moderación como parte de una dieta equilibrada.
NOTAS:
-
Si no tienes mantequilla, puedes sustituirla por la misma cantidad de aceite vegetal. El sabor será ligeramente diferente, pero los buñuelos seguirán estando deliciosos.
-
Si quieres hacer buñuelos más pequeños, simplemente divide la masa en porciones más pequeñas. El tiempo de cocción puede reducirse ligeramente.
-
Puedes usar un cortador de galletas para hacer formas divertidas, que sean atractivas.
-
La masa cruda se puede refrigerar hasta por 24 horas. Envuelve bien la masa en papel film para evitar que se seque. Antes de estirarla, deja que la masa alcance la temperatura ambiente.
-
Si no vas a consumir todos los buñuelos inmediatamente, es mejor espolvorearlos con azúcar y canela o bañarlos en jarabe justo antes de servirlos. Esto evita que se humedezcan.
-
Es importante no saltarse el tiempo de reposo de la masa. Este paso permite que el gluten se relaje, lo que facilita el estirado y produce buñuelos más tiernos.
-
Los buñuelos se disfrutan mejor frescos, el mismo día que se preparan. A medida que pasa el tiempo, pueden perder su textura crujiente. Sin embargo, hay formas de recalentarlos para devolverles parte de su crocancia.
PREGUNTAS FRECUENTES:
-
¿Puedo usar harina integral en lugar de harina de trigo? Sí, puedes usar harina integral, pero la textura de los buñuelos será un poco más densa y menos crujiente. Es posible que necesites agregar un poco más de líquido para obtener la consistencia correcta de la masa. Se recomienda empezar sustituyendo solo la mitad de la harina de trigo por harina integral.
-
¿Puedo hacer la masa con anticipación? Sí, puedes preparar la masa con hasta 24 horas de anticipación. Guárdala en el refrigerador, bien envuelta en papel film. Antes de estirarla, deja que la masa alcance la temperatura ambiente para que sea más fácil de manejar.
-
¿Por qué mis buñuelos quedaron grasosos? Esto generalmente sucede si el aceite no está lo suficientemente caliente. Asegúrate de que el aceite alcance la temperatura adecuada (180-190°C / 350-375°F) antes de freír los buñuelos. También es importante no sobrecargar la sartén, ya que esto puede bajar la temperatura del aceite.
-
¿Por qué mis buñuelos quedaron duros? Esto puede deberse a varias razones: amasar demasiado la masa, no dejarla reposar lo suficiente, o estirarla demasiado gruesa. Sigue las instrucciones cuidadosamente y no te saltes los tiempos de reposo.
-
¿Puedo hornear los buñuelos en lugar de freírlos? Aunque la fritura es el método tradicional y produce la textura crujiente característica, puedes hornearlos como una alternativa más saludable. Hornea los buñuelos estirados en una bandeja para hornear previamente calentada a 190°C (375°F) durante 10-15 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes. Sin embargo, la textura no será exactamente la misma que la de los buñuelos fritos.
-
¿Puedo congelar los buñuelos? No se recomienda congelar los buñuelos ya fritos, ya que perderán su textura crujiente. Sin embargo, puedes congelar la masa cruda. Envuelve bien las bolitas de masa en papel film y luego colócalas en una bolsa para congelador. Descongela la masa en el refrigerador antes de estirarla y freírla.
INSTRUCCIONES DE ALMACENAMIENTO:
-
Los buñuelos se conservan mejor a temperatura ambiente, en un recipiente hermético o cubiertos con papel de aluminio. Evita guardarlos en un recipiente completamente sellado mientras aún estén calientes, ya que el vapor puede humedecerlos.
-
Si los has espolvoreado con azúcar y canela, es mejor guardarlos en una sola capa para evitar que se peguen entre sí. Puedes colocar papel encerado o papel de horno entre las capas.
-
Para recalentar los buñuelos y devolverles parte de su textura crujiente, puedes colocarlos en una bandeja para hornear y calentarlos en el horno precalentado a 180°C (350°F) durante unos minutos. También puedes recalentarlos en una sartén seca a fuego medio-bajo, volteándolos con frecuencia. El microondas no se recomienda, ya que los ablandará.
-
Sigamos con la receta:
Recetas relacionadas
Si te gustó esta receta de buñuelos mexicanos, seguramente disfrutarás de estas otras delicias, que comparten similitudes en cuanto a sabor, textura o tradición:
-
Churros: Aunque de origen español, los churros son muy populares en México y comparten con los buñuelos la característica de ser masa frita espolvoreada con azúcar y canela. Los churros tienen una forma alargada y estriada, y a menudo se sirven con chocolate caliente para mojar. La masa de los churros es diferente, ya que se elabora con una técnica similar a la de la pasta choux.
-
Sopaipillas: Estas almohadillas de masa frita son típicas de varios países de Latinoamérica, incluyendo Chile y Argentina, y también son populares en el suroeste de Estados Unidos. Las sopaipillas pueden ser dulces o saladas, y a menudo se sirven con miel, azúcar glas o una salsa picante. La masa de las sopaipillas a menudo incluye zapallo (calabaza) o camote (batata).
-
Orejas de Elefante (Elephant Ears): Este postre, común en ferias y parques de atracciones en Estados Unidos, es similar a los buñuelos en cuanto a que es una masa estirada y frita, espolvoreada con azúcar y canela. Sin embargo, las orejas de elefante suelen ser mucho más grandes y la masa puede ser ligeramente diferente.
-
Facturas Argentinas: Dentro de la amplísima variedad de facturas, existen algunas que recuerdan a los buñuelos, aunque generalmente son horneadas. Algunas pueden ser fritas. Las medialunas de grasa (aunque la versión tradicional usa grasa vacuna, se puede adaptar) comparten la simpleza de ingredientes y una masa que puede estirarse, aunque su proceso es más similar al de un croissant simplificado.
CONCLUSIÓN
Los buñuelos mexicanos son mucho más que un simple postre; son un símbolo de tradición, celebración y sabor. Prepararlos en casa es una experiencia gratificante que te conecta con la rica cultura culinaria de México.
Esta receta te ha proporcionado todos los pasos y consejos necesarios para crear buñuelos crujientes y deliciosos. No temas experimentar con diferentes coberturas y sabores para personalizarlos a tu gusto.
Ya sea que los prepares para una ocasión especial o simplemente para darte un capricho, los buñuelos son una delicia que siempre será bienvenida. El aroma que inunda tu cocina mientras se fríen, la textura crujiente al morderlos y el sabor dulce y reconfortante son una combinación irresistible.
Anímate a probar esta receta y a compartir los buñuelos con tus seres queridos. Es una forma deliciosa de crear recuerdos y celebrar la alegría de la cocina casera. Y recuerda, la práctica hace al maestro; cada vez que prepares buñuelos, te saldrán mejor.
La elaboración de buñuelos es una excelente actividad familiar. Los más pequeños pueden ayudar a mezclar los ingredientes, formar las bolitas de masa (bajo supervisión), y por supuesto, espolvorear el azúcar y la canela. Es una forma divertida de introducirlos en el mundo de la cocina y de crear tradiciones familiares.
Así que, reúne los ingredientes, pon tu música favorita, y prepárate para disfrutar del proceso de hacer buñuelos. ¡No te arrepentirás! ¡Buen provecho! Los buñuelos son, en definitiva, una ventana a la cultura y tradición Mexicana, un bocado que nos transporta.
-

¡Hola! Soy María, la persona detrás de dutasteridec.com. ¡Me alegra mucho que estés aquí!
Este sitio web es mi pequeño rincón en internet donde comparto mi amor por todo lo delicioso. Aquí encontrarás una colección de mis recetas probadas y verdaderas, desde favoritas de la familia que han pasado…