Introducción:
El bizcocho esponjoso de yogur es un clásico atemporal en el mundo de la repostería. Su popularidad radica en su simplicidad, tanto en la preparación como en los ingredientes. Esta receta es ideal para principiantes y experimentados por igual, con un resultado que siempre es un éxito.
Este bizcocho es conocido por su textura increíblemente suave y esponjosa, que se deshace en la boca. La incorporación del yogur no solo aporta humedad, sino también un ligero toque ácido. Esto equilibra la dulzura y realza los demás sabores.
Además de ser delicioso, es una opción versátil que se puede disfrutar en cualquier momento del día. Es perfecto para un desayuno rápido, una merienda reconfortante o incluso como postre después de una cena ligera. Puedes acompañarlo con una taza de café, té, o un vaso de leche fría.
Por qué te encantará esta receta:
Este bizcocho de yogur se convertirá en tu receta de cabecera por su facilidad y rapidez de preparación. No necesitas ser un experto en la cocina para obtener un resultado espectacular. En poco tiempo tendrás un bizcocho esponjoso y delicioso listo para disfrutar.
Otra razón para amar esta receta es la simplicidad de sus ingredientes. Probablemente ya tienes todo lo que necesitas en tu despensa. Además, al ser ingredientes comunes, puedes preparar este bizcocho en cualquier momento sin necesidad de hacer compras especiales.
El resultado final es un bizcocho húmedo y esponjoso con un sabor delicado que gustará a todos. La combinación de yogur y vainilla crea un perfil de sabor clásico y reconfortante. Puedes disfrutar de un trozo tal cual o, si prefieres, darle tu toque personal.
INGREDIENTES QUE NECESITARÁS:
Para esta receta, necesitarás ingredientes básicos que seguramente ya tienes en casa. La simplicidad de la lista de ingredientes es parte del encanto de este bizcocho. Primero, necesitarás 1 taza de azúcar, que aportará la dulzura justa al bizcocho.
Luego, requerirás 1 taza de harina de trigo, el ingrediente principal que da estructura al bizcocho. Recuerda tamizarla junto con 2 cucharaditas de polvo de hornear y 1/4 de cucharadita de sal. Esto asegurará que el bizcocho suba correctamente y tenga una textura ligera.
El toque de humedad y jugosidad lo aportarán 3 huevos grandes, 1/2 taza de aceite vegetal y 1/2 taza de yogur natural. La combinación de estos tres ingredientes es lo que diferencia a este bizcocho de otros, asegurando que sea húmedo.
Para realzar los sabores, necesitarás 1 cucharadita de esencia de vainilla, que aportará un aroma delicioso y un sabor clásico. También necesitarás 1/2 taza de leche que ayuda a unir los ingredientes. La leche también contribuye a la textura tierna del bizcocho, haciéndolo aún más agradable al paladar.
CÓMO HACER “Bizcocho Esponjoso de Yogur”:
El proceso de elaboración de este bizcocho es tan sencillo como su lista de ingredientes. Se divide en pasos fáciles de seguir, lo que lo hace perfecto para cualquier nivel de experiencia en la cocina. Solo tienes que mezclar los ingredientes en el orden correcto.
Primero, se prepara el molde y se precalienta el horno, lo que asegura que el bizcocho se cocine de manera uniforme. Después, se mezclan los ingredientes secos por un lado y los húmedos por otro. Finalmente, se combinan ambas mezclas para formar la masa del bizcocho.
El último paso es hornear la masa hasta que esté dorada y cocida por dentro. El resultado es un bizcocho esponjoso y delicioso que seguramente se convertirá en un favorito de la familia. Este proceso, aunque simple, es clave para lograr la textura perfecta.
INSTRUCCIONES PASO A PASO:
1. Preparación inicial:
Comienza precalentando el horno a 180°C (350°F). Esto es crucial para que el bizcocho se cocine de manera uniforme. Asegúrate de que el horno alcance la temperatura adecuada antes de introducir el molde.
Mientras el horno se calienta, prepara el molde. Engrasa y enharina un molde cuadrado de 20×20 cm (8×8 pulgadas). Esto evitará que el bizcocho se pegue y facilitará su desmoldado una vez horneado.
2. Mezclar los ingredientes secos:
En un tazón grande, tamiza 1 taza de harina de trigo, 2 cucharaditas de polvo de hornear y 1/4 de cucharadita de sal. Tamizar los ingredientes secos ayuda a airear la mezcla. Además, se asegura de que el polvo de hornear se distribuya uniformemente.
Reservar esta mezcla seca es importante para más tarde. La correcta integración de los ingredientes secos es vital para la estructura del bizcocho. Se debe a que evita la formación de grumos y garantiza una textura esponjosa.
3. Preparar la mezcla húmeda:
En otro tazón, bate 3 huevos grandes con 1 taza de azúcar. Continúa batiendo hasta obtener una mezcla espesa y de color amarillo pálido. Este paso incorpora aire a la mezcla, lo que contribuirá a la esponjosidad del bizcocho.
Añade 1/2 taza de aceite vegetal y 1 cucharadita de esencia de vainilla a la mezcla de huevos y azúcar. Bate bien hasta que todos los ingredientes estén completamente incorporados. La mezcla debe quedar homogénea y suave.
Incorpora 1/2 taza de yogur natural y 1/2 taza de leche, y mezcla hasta que quede homogéneo. El yogur no solo aporta humedad, sino también un sabor ligeramente ácido que equilibra la dulzura del bizcocho. Asegúrate de que el yogur y la leche estén bien integrados para que la masa sea uniforme.
4. Combinar y hornear:
Gradualmente, añade los ingredientes secos a la mezcla líquida. Mezcla suavemente con una espátula o una batidora a baja velocidad. Hazlo hasta que la masa esté suave y sin grumos, pero evita sobrebatir.
Vierte la masa en el molde preparado, alisando la superficie con una espátula. Hornea en el horno precalentado durante 30-35 minutos. El tiempo de horneado es crucial, el bizcocho está listo cuando al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.
5. Enfriar y desmoldar:
Deja que el bizcocho se enfríe en el molde durante unos 10-15 minutos. Este tiempo de reposo permite que el bizcocho se asiente y sea más fácil de desmoldar. Luego, desmolda y deja enfriar completamente sobre una rejilla.
Una vez que el bizcocho esté completamente frío, estará listo para cortar y servir. Puedes disfrutarlo tal cual o decorarlo a tu gusto. Un simple espolvoreado de azúcar glas es una opción clásica y elegante.
CONSEJOS ÚTILES:
Para un sabor más intenso, utiliza yogur griego natural en lugar de yogur regular. El yogur griego es más espeso y tiene un sabor más pronunciado. Este aportará una mayor cremosidad y un toque de acidez que realzará el sabor del bizcocho.
Añade ralladura de limón o naranja a la masa para darle un toque cítrico y fresco. La ralladura de cítricos complementa perfectamente el sabor del yogur y la vainilla. Solo asegúrate de rallar solo la parte coloreada de la piel, evitando la parte blanca que puede ser amarga.
Si no tienes aceite vegetal, puedes sustituirlo por mantequilla derretida. La mantequilla aportará un sabor más rico y una textura ligeramente más densa. Asegúrate de que la mantequilla esté derretida pero no caliente cuando la incorpores a la mezcla.
Para un glaseado sencillo, mezcla azúcar glas con un poco de jugo de limón hasta obtener la consistencia deseada. Vierte el glaseado sobre el bizcocho ya frío. El glaseado no solo añade un toque decorativo, sino también una capa extra de sabor.
DETALLES:
Tiempo de preparación: 15 minutos.
Tiempo de cocción: 30-35 minutos.
Tiempo total: 45-50 minutos (más el tiempo de enfriado).
Rendimiento: 9-12 porciones.
Categoría: Repostería.
Método: Horneado.
Cocina: Internacional.
Dieta: Vegetariana.
NOTAS:
Puedes usar moldes de diferentes formas y tamaños. Solo ajusta el tiempo de horneado según el tamaño del molde. Para moldes más pequeños, reduce el tiempo de horneado, y para moldes más grandes, auméntalo.
Si no tienes yogur natural, puedes usar yogur de vainilla o de otro sabor. Solo ten en cuenta que esto alterará el sabor del bizcocho. También puedes usar crema agria como sustituto del yogur.
Para un bizcocho más alto, utiliza un molde de 18×18 cm (7×7 pulgadas). Deberás aumentar el tiempo de horneado a 40-45 minutos. Siempre verifica la cocción con el truco del palillo.
Este bizcocho se conserva bien a temperatura ambiente durante 2-3 días si se guarda en un recipiente hermético. También puedes refrigerarlo para prolongar su vida útil hasta por una semana. Si lo refrigeras, asegúrate de que esté bien cubierto para que no se seque.
PREGUNTAS FRECUENTES:
¿Puedo usar harina leudante en lugar de harina común y polvo de hornear?
Sí, puedes usar harina leudante. Simplemente omite el polvo de hornear y la sal de la receta. La harina leudante ya contiene estos ingredientes, por lo que no es necesario añadirlos por separado.
¿Puedo hacer este bizcocho sin gluten?
Sí, puedes usar una mezcla de harina sin gluten que sea apta para repostería. Asegúrate de que la mezcla contenga goma xantana o un sustituto similar. Esto ayudará a mantener la estructura del bizcocho.
¿Puedo congelar el bizcocho?
Sí, puedes congelarlo. Envuélvelo bien en film transparente y luego en papel de aluminio o en una bolsa para congelador. Se conservará bien hasta por 3 meses. Para descongelarlo, déjalo a temperatura ambiente durante unas horas o en el refrigerador durante la noche.
¿Por qué se hundió mi bizcocho en el centro?
Esto puede deberse a varias razones. Abrir el horno a la mitad de la cocción, usar polvo de hornear caducado o batir la masa en exceso. También puede ocurrir si la temperatura del horno es incorrecta o si hay demasiada humedad en la masa.
¿Puedo añadir frutas a la masa?
Sí, puedes añadir frutas frescas o secas. Los arándanos, las frambuesas y las pasas son buenas opciones. Enharina ligeramente las frutas antes de incorporarlas a la masa. Esto evitará que se hundan hasta el fondo durante el horneado.
INSTRUCCIONES DE ALMACENAMIENTO:
Para conservar la frescura del bizcocho, guárdalo en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Se mantendrá fresco durante 2-3 días. Evita guardarlo en lugares cálidos o húmedos, ya que esto puede acelerar su deterioro.
Si prefieres refrigerarlo, envuélvelo bien en film transparente o colócalo en un recipiente hermético. Se conservará en buen estado hasta por una semana. Refrigerar el bizcocho puede secarlo un poco. Para contrarrestar esto, puedes calentarlo ligeramente antes de servirlo.
Para un almacenamiento más prolongado, puedes congelar el bizcocho entero o en rebanadas individuales. Envuélvelo bien en film transparente y luego en papel de aluminio o en una bolsa para congelador. El bizcocho congelado se conserva bien hasta por tres meses.
Recetas relacionadas:
Si te ha gustado este bizcocho esponjoso de yogur, seguramente disfrutarás de estas otras recetas:
Bizcocho de Limón: Similar a esta receta, pero con un intenso sabor a limón. Perfecto para los amantes de los cítricos. Este bizcocho se prepara con ralladura y jugo de limón, lo que le da un sabor fresco y vibrante.
Muffins de Arándanos: Pequeños pastelitos individuales, ideales para el desayuno o la merienda. Los arándanos añaden un toque de color y sabor. Estos muffins son fáciles de hacer y perfectos para llevar.
Tarta de Queso: Un postre cremoso y delicioso, perfecto para cualquier ocasión especial. La tarta de queso es un clásico que nunca pasa de moda. Se puede hacer con una base de galleta o con una base de masa quebrada.
Brownies de Chocolate: Para los amantes del chocolate, estos brownies son una delicia irresistible. Son densos, húmedos y llenos de sabor a chocolate. Los brownies son perfectos para satisfacer cualquier antojo de dulce.
Galletas de Avena y Pasas: Una opción más saludable, perfecta para una merienda nutritiva. Estas galletas son fáciles de hacer y están llenas de sabor. La avena y las pasas hacen una combinación clásica que gusta a todos.
CONCLUSIÓN:
Este bizcocho esponjoso de yogur es una receta clásica que nunca defrauda. Su simplicidad, tanto en la preparación como en los ingredientes, lo convierte en una opción ideal para cualquier ocasión. Ya sea para un desayuno rápido, una merienda reconfortante o un postre ligero, este bizcocho siempre será un acierto.
La combinación de yogur y vainilla le da un sabor delicado y una textura increíblemente suave. Además, su versatilidad te permite disfrutarlo tal cual o personalizarlo a tu gusto. Añade ralladura de cítricos, frutas frescas o un glaseado sencillo para darle tu toque personal.
Anímate a probar esta receta y descubre por qué el bizcocho de yogur es un clásico que nunca pasa de moda. No te decepcionará. Disfruta del proceso de horneado y, sobre todo, del delicioso resultado final que compartirás con tus seres queridos.
Con los consejos y trucos que te hemos proporcionado, estás listo para hornear un bizcocho perfecto en tu propia cocina. Cada bocado será una experiencia deliciosa que te transportará a momentos dulces y reconfortantes. ¡Manos a la obra y a disfrutar!
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